Risto Mejide pone en venta su marca de ropa deportiva
Risto Mejide y Sandro Rosell, expresidente del Barça, tratan de deshacerse de Grifone, una marca de ropa deportiva ahogada en pérdidas desde hace años
Una de las inversiones recientes del publicista y presentador Risto Mejide ha salido rana. La marca de ropa deportiva de montaña Grifone, en la que también participan Sandro Rosell, expresidente del F.C. Barcelona, y Ramon Cierco, expresidente del banco andorrano BPA, atraviesa graves dificultades desde hace años.
La mala situación contable de Grifone (pérdidas de casi ocho millones de euros entre 2010 y 2014) no impidió que Mejide entrase en el accionariado de la textil en el otoño de 2015, tal y como reveló Economía Digital. Pero aparentemente las cosas se han acabado de torcer en Textil Seu SA, matriz que explota la marca. Lo que ha llevado a sus actuales propietarios a buscar un comprador que evite el cierre definitivo de la compañía.
Textil Seu SA tiene en marcha conversaciones con varios grupos inversores y otras empresas del sector, informa Modaes.es. Sin embargo, la venta todavía no está cerrada. Una de las trabas en las negociaciones es que Grifone, especializada en ropa de alta montaña, perdió recientemente la licencia para el uso de Gore-tex, el material textil más popular para combatir los efectos de agua, el viento y el frío en las actividades al aire libre. Muy pocas empresas en España cuentan a día de hoy con esta licencia.
Poco después de entrar en el accionariado, Mejide no dudó en hacer promoción de la marca a través de sus perfiles públicos. Mejide difundió entonces un selfie en el que se le veía en compañía de su novia, vistiendo prendas de Grifone, precisamente en la tienda central de la marca situada en la plaza Sant Vicenç de Sarrià (Barcelona). «Equipándonos para la temporada con Grifone Team», escribió en Instagram.
Aunque alguno de sus seguidores le reprochó que hiciera publicidad de marcas, por aquel entonces pocos sabían que el popular presentador había invertido allí su dinero. Ahora, Grifone está al borde del precipicio tras años de serias dificultades.