¿Qué países tienen un mejor plazo de pagos en Europa?
Existe una diferencia de 27 días entre el país que mejor paga, Países Bajos, y el que peor, Portugal
Cuando una empresa decide abrir su negocio al exterior busca crecimiento y diversificar sus ingresos para estar en mejores condiciones en caso de tener que afrontar situaciones comprometedoras en alguno de los mercados en los que está presente.
Si sus productos y servicios se distribuyen en diferentes países, en el caso de que la situación económica se deteriore en alguno de ellos, la compañía puede disponer de diversas fuentes de ingresos, aunque, eso sí, debe tener en cuenta que los plazos de pago varían en cada país.
Es requisito indispensable conocer de antemano el entramado empresarial y el funcionamiento de aquellos lugares en los que se está estudia la implantación y también de aquellos con los que ya se mantienen relaciones comerciales.
Es decir que, previamente a instalarse en un país, cualquier compañía debe comprobar las condiciones del mercado y hacerse preguntas imprescindibles. ¿Cuánto tiempo tarda en pagarse una factura? ¿Existen retrasos respecto a los plazos establecidos?
Es recomendable emplear los estudios de eInforma para conocer a las compañías con las que se va a trabajar
De acuerdo con el último estudio de Informa D&B sobre Comportamiento de Pagos de las Empresas en Europa, la diferencia de días de retraso sobre los plazos pactados en hacer efectiva una factura es de 27,13 días entre el país que mejor paga, Países Bajos, y el que peor se comporta, Portugal.
Sin duda, son muchos los criterios a tener en cuenta a la hora de decidirse por un nuevo mercado en el que operar, pero el tiempo de espera para el cobro es uno de los que se debe considerar para planificar la estrategia de negocio.
También es recomendable conocer, dentro de cada país, el comportamiento específico de las compañías con las que se va a trabajar, a través de los informes internacionales que nos ofrecen marcas como eInforma – con más de 300 millones de empresas de todo el mundo –. Esto nos permite concretar caso por caso y tener mayor certeza.
Entre la ley y la realidad
La directiva de la Unión Europea 2011/7/EU fija, como norma general, un límite de 30 días para pagar las facturas. Los estados que forman parte de la Unión tenían hasta el 16 de marzo de 2013 para trasladar esta directiva, que establece medidas de lucha contra la morosidad en las operaciones comerciales. La norma española que la adapta, Real Decreto Ley 4/2013, fijo un plazo estándar de 30 días para las administraciones y de 60 para empresas.
Pero las demoras sobre los plazos pactados se siguen produciendo. De acuerdo con el estudio de Informa D&B, el retraso medio en los pagos de las empresas en Europa terminó 2018 en 13,30 días.
En el país donde la demora es inferior, Países Bajos, se queda en 3,88. También se sitúan por debajo de la media Alemania, 6,68 días, Irlanda, 11,38 días, Bélgica, 11,95 y Francia, 13,04 días. España tiene el mismo retraso medio que el conjunto de Europa.
Entre los países que más dilatan el pago de las facturas encontramos a Reino Unido, con 14,22 días, Italia, con 18,39 días, y, con el mayor retraso con diferencia, Portugal, con 31,01 días.
De hecho, si tenemos en cuenta la evolución desde hace un año, Portugal es el que más sube, añade 5,18 días, contribuyendo al ligero incremento de la media europea que era de 13,06 días en el último trimestre de 2017. En el lado contrario Irlanda, que pasa de 16,97 días de demora al cierre del 2017 a 11,38.