Puigdemont denuncia ante el rey las «negligencias» del Estado
El presidente catalán aprovecha la entrega de premios de Foment para reivindicar la agenda catalana, mientras que el monarca pide a las empresas un mayor esfuerzo de internacionalización
El presidente catalán, Carles Puigdemont, no se mordió la lengua y fiel a sí mismo aprovechó la entrega de los premios Ferrer Salat que concede la patronal Foment del Treball para acusar al Estado de haber «negligido» sus obligaciones con Cataluña. «No hemos contado con las herramientas que precisábamos», aseguró en la noche de este jueves en el auditorio de Foment.
Algunos de los presentes, una nutrida presencia de los principales empresarios catalanes, consideraron que no era el momento, que Puigdemont lo tenía fácil para haber buscado la máxima complicidad con el mundo económico. Pero el presidente de la Generalitat quiso mostrar los datos de Cataluña y la idea de que el conjunto de la economía podría funcionar mucho mejor si el Estado hubiera apostado, por ejemplo, «por el corredor mediterráneo».
Apuesta por la internacionalización
Ante el rey Felipe y la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, Puigdemont insistió en sus reivindicaciones. Sin embargo, el monarca tenía otro mensaje, y pidió, de forma insistente, con parte de su discurso en catalán, que las empresas apuesten de forma clara por la internacionalización. El rey no quiso entrar, en ningún caso, en la agenda catalana, ya que por la mañana ya había defendido un proyecto conjunto en España en su intervención en el Congreso.
El presidente de la CEOE, Juan Rosell, y el presidente de Foment, Joaquim Gay de Montellà, se centraron en la necesidad del diálogo y de la tolerancia para solventar todos los problemas que se afrontan con la nueva legislatura.
Premios empresariales
Foment, a través del rey Felipe, distinguió con los premios Ferrer Salat a las empresas Condis Supermercats; Grupo Carinsa; Embutits Salgot y el Grupo Induken.
También reconoció a Javier García Sanz, presidente del consejo de administración de Seat, que recibió la Medalla de Honor al Empresario del Año por su «saber hacer», y la contribución de Seat a que la industria mundial del automóvil «siga confiando en el liderazgo de España en este sector». Foment también premió a Javier de Godó, Conde de Godó, con la Medalla de Honor a la Trayectoria Empresarial. Godó destacó la capacidad del tejido empresarial en Cataluña, y se refirió a su propio sector, al señalar que el rotativo que dirige se ha adaptado a «la exigencia del cambio de los tiempos, asumiendo la llegada de la nueva tecnología digital como un elemento fundamental, en ningún caso para destruir la función de los medios convencionales, sino para complementarlos y potenciarlos».