Prisa rechaza todas las ofertas por Santillana
Prisa prefiere mantener intacta su deuda a desprenderse de su activo más rentable
El consejo de administración del grupo Prisa ha rechazado las ofertas vinculantes que ha recibido por Santillana, según ha comunicado este viernes la empresa a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). El conglomerado de comunicación pretende desprenderse de su activo más valioso, en el que tiene una participación del 75%. El resto del capital social está en manos del fondo Victoria Capital Partners, que también quiere desinvertir.
Según han indicado fuentes de la compañía, ninguna propuesta alcanza el valor deseado. Los pretendientes conocidos hasta el momento son Carlyle Group, PAI Partners, Rhône Capital y el fondo de inversión de Abu Dhabi (ADIA).
Venta Santillana: el consejo de administración cree que las ofertas recibidas no alcanzan el valor deseado
Esta decisión supone continuar con su deuda intacta. No obstante, insisten en que seguirán con su estrategia para reducirla y poder así sanear su balance. Al respecto, el total del pasivo se situó al cierre del pasado ejercicio en 1.486 millones de euros, un 10,5% menos que en 2015.
Sobre esta cuestión, Juan Luis Cebrián, presidente ejecutivo del grupo editor de El País, ha asegurado que la venta de Santillana junto con «algunos esfuerzos coordinados» de los acreedores y accionistas puede ayudar a desprenderse del grueso de la deuda que ahoga la compañía. Precisamente, Cebrián está cuestionado por las compañías que salvaron al conglomerado de la quiebra en 2013.
Actualmente los tres mayores accionistas de Prisa son Amper Capital (19,2%), los hermanos Polanco (17,5%) y Telefónica con (13%). Les siguen el empresario qatarí Ghanim Al Hodaifi Al Kuwari (10%), el banco HSBC (9,5%), el mexicano Roberto Alcántara (9,2%), Banco Santander (4,2%) y Caixabank (3,8%).
Prisa registró unas pérdidas de 67,9 millones en 2016, frente a los beneficios de 5,3 millones de 2015. Para 2018 la empresa deberá hacer frente al vencimiento del segundo tramo de un préstamo. Una operación que le comportará un desembolso de 956 millones.