Platinum Estates decidirá en junio qué hacer con la vieja sede de Telefónica en Barcelona
El fondo de Hong Kong trabaja de forma paralela en un complejo residencial y en un hotel de gran lujo con apartamentos
A expensas de Ada Colau. Así se encuentran muchos propietarios de edificios en Barcelona. Los inversores aguardan a que se apruebe, o no, el Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos (PEUAT) para saber si podrán hacer un hotel de su inmueble. Uno de estos casos es el family office hongkonés Platinum Estates que esperará hasta junio para decidir qué hacer en el Edifici Estel, la vieja sede de Telefónica en la ciudad.
El proyecto inicial implicaba la construcción de viviendas y un hotel. Con la suspensión todo queda en el aire. Sin embargo, las obras empezaron a finales de 2015. «Ahora mismo estamos en una fase estructural, que contempla cualquiera de las dos soluciones que barajamos», ilustra un representante del fondo en España.
Un Hyatt en el centro de Barcelona
El plan A se constituía de dividir el inmueble en dos partes. La fachada visible desde la avenida Roma sería un conjunto de apartamentos con servicios de hotel. La guinda del pastel llegaría en la mitad accesible desde la calle Mallorca: Un hotel de lujo. Fuentes del sector explican a Economía Digital que Platinum ha firmado un acuerdo para la construcción de un Hyatt. Desde la sociedad no desmienten la opción.
Mientras, los bajos estarían ocupados por restaurantes y locales de hostelería.
Viviendas de lujo
La opción secundaria es la de destinar la totalidad del edificio a la construcción de viviendas de lujo. A tenor de las previsiones parece ser la que verá la luz en el futuro. Un caso similar a lo sucedido en la todavía sede de Convergència en la calle Córcega. «Nos planteamos hacer un pequeño hotel, pero debido al PEUAT nos hemos decantado por el concepto residencial», explica.
De convertirse en pisos, la planta baja del mastodóntico complejo se destinaría a locales comerciales.
A expensas de una decisión política
El Edifici Estel ha quedado encuadrado en la denominada ‘zona 2’ –información más detallada en 02B— en el mapa diseñado por Barcelona en Comú. En este anillo, que excluye los barrios más céntricos de la ciudad se podrán abrir hoteles siempre y cuando se cierren otros alojamientos con el mismo número de habitaciones. «En la ciudad es prácticamente imposible que se clausure un establecimiento hotelero», lamenta.
Pese al varapalo, descarta acudir a los juzgados como sí han hecho otros propietarios. «Nosotros no teníamos el certificado urbanístico que da derecho a una licencia hotelera», reconoce. «Y de tenerlo tampoco optaríamos por la vía judicial, no creo en los enfrentamientos con los ayuntamientos», ilustra.
Así pues, Platinum Estates aguarda al mes de junio, cuando está previsto que Ada Colau lleve el PEUAT a votación. «Queda por ver ya no sólo si se aprobará o no», advierte el directivo. «También la forma en que se hace; es probable que veamos un proyecto más suave que el inicial que nos dé derecho a abrir un alojamiento», finaliza.
Al fin en uso tras varios años de abandono
Lo que es seguro es que el edificio tendrá, al fin, uso. Tras estar prácticamente abandonado desde 2011 –periodo en el que ha sufrido varios robos de cobre– el family office vinculado al empresario de origen indio Harry Mohihani lo adquirió en febrero de 2014 por 56,4 millones de euros al fondo de capital riesgo Carlyle, que había entrado en concurso de acreedores.