Pimec supera los riesgos de politización del acto de protesta empresarial
Las 'esteladas' y los gritos de 'independencia' sólo se han colado de forma aislada al final de un evento en el que también se oyó alguna solitaria petición de dimisión a Mas
Muchas precauciones. El acto de protesta de Pimec para reclamar un marco legal más favorable para pymes y autónomos celebrado este miércoles en Barcelona se organizó con todas las cautelas posibles para evitar que nadie politizara su reivindicación. La asociación empresarial ha aprobado en ese cometido, pese a contar en su seno con grupos como el independentista CCN, que había intentado derivar la movilización al debate soberanista.
La patronal liderada por Josep González casi ha conseguido poner un punto y final limpio a un acto de hora y media en el que ha cargado contra el incremento de tributos y tasas, la política energética o los problemas para acceder a crédito en condiciones favorables, entre otros.
La nota disonante apareció justo al final, tras la clausura del Diguem prou! (¡digamos basta!). Un grupo pequeño de asistentes levantó varias esteladas (la bandera independentista) mientras los medios gráficos tomaban las últimas imágenes del acto. Gran parte del auditorio, donde se han congregado unos 1.400 empresarios, se ha sumado a sus gritos de independencia. “Lamento que hayan habido interrupciones con algo que se había consensuado que no se trataría”, se ha excusado González después.
Apoyo al derecho a decidir
Él mismo había marcado distancias respecto al proceso nacionalista catalán por la mañana. Manifestó en una entrevista radiofónica que la patronal había apoyado el derecho a decidir en su día pero que no daría otro paso en este sentido. Ni a favor, ni en contra.
Pimec quiere quitarse de encima la etiqueta de patronal independentista. Además de todas las reivindicaciones pasadas, ahora saca pecho del manifiesto que este mismo miércoles se ha leído ante el empresariado reunido en Barcelona y que se mandará, de forma simultánea, a la Moncloa y al Palau de la Generalitat. Incluso ha sumado a los autónomos de ATA al acto. Una organización con pocas sospechas de ser nacionalista.
Experiencias anteriores
El miedo a que un acto empresarial se convirtiera en una reivindicación independentista ya se cargó el año pasado una protesta empresarial en Catalunya. El desenlace final de la organización del Anem per feina (Manos a la obra) de Foment del Treball, patronal asociada a CEOE, ha dejado mal sabor de boca entre el empresariado catalán.
La patronal liderada por Joaquim Gay de Montellà tenía un lema en positivo con un mensaje más optimista que la protesta de Pimec. Pero, en el fondo, las reivindicaciones ante las Administraciones Públicas no distaban tanto de las formuladas este miércoles por la patronal de pymes y autónomos.
Acto sin políticos
Pimec tomó buena nota de lo ocurrido y, en esta ocasión, ha evitado por activa y pasiva cualquier deriva política. Incluso se ha negado a que ningún político se sentara entre las filas nobles del evento, ocupadas por directivos de Pimec de todos los territorios.
Sólo ha sido notoria la presencia del ex consejero de Innovación, Universidades y Empresa, Josep Huguet (ERC), en el patio de butacas por lo prolífico que ha sido en las redes sociales; y el candidato a las primarias del PSC para la alcaldía de Barcelona Jaume Collboni, quien ha llegado tarde al acto.
Discurso inicial
Las palabras con las que ha abierto el acto González han sido muy significativas: “Queremos que este acto sea un ejemplo de cómo se pueden hacer las cosas con dignidad. No pretendemos entrar en ningún aspecto político, por lo que pedimos tranquilidad a todo el mundo”. Tras esta intervención, el presidente de la patronal ha dado paso a su batería de reclamaciones. Pimec ha repartido palos a todo el mundo. Desde el Gobierno de Mariano Rajoy (PP) a las corporaciones locales, pasando por el Ejecutivo de Artur Mas (CiU).
En los vídeos que han mostrado durante el acto, Rajoy y sus ministros se han llevado la mayor parte de los silbidos. En clave catalana, cabe remarcar un grito de “Mas dimissió! (¡Mas, dimisión!)” de uno de los asistentes cuando los medios gráficos han empezado a tomar posiciones en el escenario del Palau de Congressos de Barcelona mientras esperaban la entrada de la junta directiva de Pimec.
La banca, el enfado más sonoro
Pero los silbidos más sonoros no han sido para la clase política. El enfado del auditorio ha alcanzado su punto álgido cuando se ha llegado al capítulo de la banca. Un mal que sufren todos las pimes y autónomos, sean nacionalistas o no. Pimec ha recordado que muchas entidades han sido rescatadas con dinero público, que sus representados aún tienen el grifo del crédito cerrado y la poca financiación que reciben es a tipos elevados y con garantías personales y familiares.
“El futuro del país y de la sociedad están en peligro y ha llegado el momento en el que las pymes y autónomos hemos dicho PROU! (¡basta!)”, ha sentenciado González.