Alberto Palatchi vende un trozo del pastel de Pronovias
Los Palatchi pretenden desprenderse de un 30% del capital de Pronovias en la búsqueda de un socio para crecer en los Estados Unidos
Alberto Palatchi pone a la venta un trozo del pastel de boda de Pronovias. El dueño de la primera firma española de moda nupcial y una de las principales fortunas del país busca un socio financiero para crecer en los Estados Unidos (EEUU). Para ello, Palatchi está dispuesto a desprenderse de al menos un 30% del capital del grupo, que iría a parar a un fondo de inversión internacional todavía por concretar.
Alberto Palatchi se hizo con el control total de la firma textil a comienzos de este año, según informó entonces Economía Digital, después del divorcio del heredero de la histórica familia de origen turco y su ex esposa Susana Gallardo, anunciado en 2016. Palatchi ha encargado al banco de inversión JP Morgan la búsqueda del nuevo socio, en una operación que se podría cerrar antes del verano, adelanta El Independiente.
Pronovias confirma que la venta parcial de la marca está en marcha, aunque no han detallado los nombres de los posibles compradores. El grupo con base en El Prat de Llobregat (Barcelona) logró una facturación de 150 millones de euros en 2015, de acuerdo a las últimas cuentas consolidadas del registro mercantil. Aunque el resultado de explotación ese año fue de 27 millones, el beneficio neto sumó 56,8 millones de euros.
Pronovias ha encargado a JP Morgan la búsqueda del nuevo socio, en una operación que se podría cerrar antes del verano
Actualmente Pronovias cuenta con una red de 155 tiendas y alrededor de 4.000 puntos de venta en un centenar de países. El origen de la marca se remonta a 1922, cuando los Palatchi inauguraron su primera tienda de moda nupcial en Barcelona.
Fortuna de 750 millones
Alberto Palatchi figura como una de las grandes fortunas de España, según la lista Forbes, con un patrimonio estimado de 750 millones de euros. Hasta hace unos meses el matrimonio Palatchi-Gallardo gestionaba su capital de manera conjunta a través de una veintena de sociedades, que incluyen el propio fabricante de vestidos de novia y varias sicavs. Dos de estas sociedades fueron a parar a manos de Susana Gallardo en marzo pasado, después de ser descabalgada de sus cargos en el grupo textil.