Oaktree inyecta 11 millones en Panrico
El fondo estadounidense cumple con el pacto de adquisición de la compañÃa aunque espera que se desencalle la negociación sobre el futuro de la firma catalana
El fondo de capital Oaktree ha inyectado 10.949.600 euros en Panrico. La ampliación de capital se pactó con la banca acreedora en noviembre de 2011 e implica asumir el control de la compañía y devolverla a la senda de los beneficios. Eso sí, antes de recuperar el azul tiene que reorganizar la actividad. Lograr el objetivo hace necesario cerrar definitivamente el conflicto laboral de la factoría de Santa Perpètua de Mogoda (Barcelona).
La dirección y el comité de empresa esperan desde hace 15 días que la Generalitat ponga fecha a la última reunión. Las partes negocian un acuerdo desde septiembre de 2011 y, en este tiempo, no han acercado posturas. En el proceso incluso han perdido a uno de los tres actores que se sentaron inicialmente en la mesa: el comité de empresa intercentros, que representa a todos los trabajadores de Panrico de Catalunya (distribuidores, oficinas centrales, etc.).
Los representantes de los trabajadores tienen distintos puntos de vista sobre el futuro de la firma, el intercentros (controlado por UGT) quiere pactar y los representantes de la factoría (con mayoría de CCOO) rechazan de plano la propuesta de la dirección.
Según fuentes cercanas a la cúpula de Panrico, han marcado una línea roja al Departament d’Empresa i Ocupació. La reunión se tiene que celebrar la próxima semana, ya que las pérdidas suman en el balance y temen que no se puedan digerir.
La Generalitat apremia in extremis el pacto, incluso sondea a los 465 trabajadores que hay en el centro, pero la dirección ya ha dejado claro que no le temblará el pulso para presentar el expediente de regulación de empleo (ERE) que cerraría la factoría si no se rebajan las condiciones laborales. Con menos costes de producción no se perdería ni un sólo empleo, según los responsables de Panrico.
Bardají sale de la compañía
En el mismo consejo que aprobó la ampliación de capital, los accionistas de Panrico también votaron la salida de César Bardají de la compañía. Ocupó el cargo de consejero delegado de Panrico y Galletas Artiach cuando la banca acreedora si hizo con el control de la compañía en sustitución de Joan Cornudella.
Desde principios de diciembre se dedicó a hacer el traspaso de poderes a Joan Casaponsa, que aterrizó en la empresa en octubre.