Nissan negocia llevar modelos de Renault de España al Reino Unido
Eel fabricante japonés admite la existencia de "conversaciones" con su aliado francés para trasladar el Captur y el Kadjar. La salida no sería antes de 2025
El terremoto generado por el cierre de Nissan Barcelona amenaza con tener consecuencias más allá de la capital catalana. El recorte mundial de producción del fabricante japonés y la reestructuración de su alianza con Renault hacen que la compañía haya puesto sus ojos en el Renault Captur y el Renault Kadjar, dos modelos ensamblados en España, para ganar peso en la asociación y llenar de vehículos su planta en Sunderland (Reino Unido).
Los rumores sobre las intenciones de la firma nipona ya circulaban en el Reino Unido desde hace casi un mes, pero su consejero delegado, Makoto Uchida, los confirmó el lunes en una entrevista concedida a Les Échos. Cuestionado sobre el interés de llevarse los coches que ahora se fabrican en Valladolid y Palencia, el directivo admitió la existencia de «conversaciones» con Renault y lanzó un aviso: «la huella industrial de Nissan será un elemento clave para fortalecer la alianza (…) sus miembros deben apoyarse mutuamente».
En la conversación, Uchida recordó que su aliado francés ya ensambla vehículos para Nissan como el Nissan Micra –en la misma plataforma que el Renault Clio— y las furgonetas nv200, hechas previamente en Barcelona. Sus pretensiones no pueden ser más claras: «Renault ya fabrica para nosotros y precisamente ahora estamos pensando en la distribución del rol de cada uno en la producción de vehículos; Renault comprobará si es competitivo producir de vehículos en nuestras plantas.
Como argumento, Sunderland puede aprovechar que los dos automóviles de made in Spain comparten plataforma con el Nissan Juke y el Nissan Qashqai, ensamblados en la fábrica. La infraestructura tiene capacidad para 500.000 vehículos anuales, aunque solo saque a la carretera alrededor de 350.000 unidades por ejercicio. Además, no hay en el horizonte un nuevo modelo de Nissan que llene el vacío después de que la compañía le retirase la asignación del Nissan X-Trail por miedo al brexit.
El traslado de los modelos de Renault a Sunderland dificilmente se producirá antes de 2025
Hacerse con un vehículo de Renault parece ser la estrategia escogida por la compañía, más después de hacerse con el liderazgo de los SUV medianos dentro de la alianza. Por ello, el Renault Kadjar, fabricado en Palencia y que supone el 50% de los coches que la instalación a la carretera, puede ser la víctima escogida. Además, las cifras cuadran, pues los vehículos que salen al mercado cada año rondan los 150.000, precisamente el espacio disponible en el centro británico.
Sin embargo, todo el plan saltaría por los aires en el caso de que el Reino Unido no alcance un acuerdo comercial con la Unión Europea tras su salida. Al exportar más de la mitad de la producción al continente, la propia empresa admitió que el centro es «insostenible» sin un pacto que elimine la imposición de aranceles. La resolución «tendrá un gran impacto en nosotros; si las cosas salen mal, tendremos que redimensionar el tamaño de Sunderland», admitió Uchida.
A pesar del pressing japonés, parece complicado que las fábricas españolas, pierdan sus vehículos antes de 2025. El de la automoción es un negocio que se dibuja a varios ejercicios vista y la firma gala invirtió 750 millones de euros en Valladolid y Palencia entre 2017 y 2020.
España se libra de la reestructuración de Renault y de las amenazas del Elíseo
La amenaza se cierne así sobre las fábricas españolas, que hasta el momento salen indemnes de los vaivenes sufridos por Renault en las últimas semanas. Para empezar, ninguna de las plantas se libraron del plan de la organización gala para reducir su capacidad en un 20% y eliminar 14.600 empleos a nivel mundial. Sin embargo, los sindicatos asumen que el clima de recortes les afectará a la hora de negociar el nuevo convenio colectivo, pues el actual vence en diciembre.
El fabricante pretende reducir el gasto del gigante de la automoción francés en 2.000 millones anuales. A pesar de que no se descarta que se aplique algún plan de bajas voluntarias en España, la intención es mantener el volumen actual. “No hay intención de reducir la capacidad de producción en España”, aseguró la consejera delegada interina, Clotilde Delbos, que en un mes será sustituida por el italiano Luca De Meo.
Valladolid y Palencia también esquivaron las amenazas del ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire, que pedirá a las marcas galas la relocalización de modelos a cambio de incentivos para la adquisición de coches. «Así volveremos a construir una industria automovilística fuerte», aseguró. «La industria automovilística francesa se ha deslocalizado demasiado y debe echarse atrás», añadió el dirigente.
A pesar de las alertas iniciales, la prensa francesa asegura que el mensaje iba dirigido hacia el Renault Clio, que se fabrica mayormente en Turquía y Eslovenia –un remanente todavía se ensambla en Flins (Francia)–.