Nissan Barcelona solo produce 35 coches al día desde la reapertura
El fabricante japonés no consigue cumplir con los pedidos previstos tras reabrir la planta de la Zona Franca por el conflicto que mantiene con Acciona
Nissan y su plantilla firmaron la paz en agosto bajo la condición de que sus trabajadores abandonarían la huelga que mantenían desde el fin del estado de alarma y la fábrica de Zona Franca (Barcelona) volvería a funcionar. Lo que no imaginaba el fabricante es que sería por la guerra que mantiene abierta con uno de sus proveedores que la instalación no podría arrancar de nuevo. Así, la planta reabrió sus puertas en octubre, pero solo saca a la carretera alrededor de 35 coches diarios, aproximadamente una cuarta parte de los previstos.
A la compañía nipona le urgía retomar la actividad del centro catalán por el pedido de 1.700 pick up que arrastra con Mercedes desde primavera. La previsión era la de producir al ritmo de unos 160 vehículos diarios, pero la realidad es muy distinta: apenas ensambla una treintena de camionetas y “cinco o seis” furgonetas eléctricas eNV200, explican fuentes sindicales a Economía Digital.
La causa del parón es el conflicto que el fabricante mantiene con Acciona, uno de sus proveedores. La firma de servicios tenía unos 500 trabajadores realizando trabajos auxiliares en la planta para los que presentó un expediente de regulación de empleo (ERE) después de no conseguir renegociar el contrato con Nissan al conocer que cerraría Zona Franca en diciembre de 2021.
El conflicto todavía está lejos de resolverse, pues los empleados de Acciona tienen en marcha la impugnación de los despidos, por lo que la organización tendría que verse obligada a readmitirlos. Otro grupo de trabajadores, a través del bufete de abogados Col·lectiu Ronda directamente denunció que Nissan era el verdadero empleador de este medio millar de personas.
Así, la instalación permanece al ralentí. La empresa japonesa comenzó a formar a sus propios trabajadores para ocupar los puestos antiguamente subcontratados. No obstante, la incertidumbre del conflicto laboral de Acciona hace que todavía no hayan ocupado estos cargos de forma masiva. Ante la falta de personal cualificado, la planta barcelonesa solo consigue producir algo menos del 25% de lo previsto.
La dirección de Acciona comunicó hace dos semanas a la plantilla “la decisión de hacer efectivo el despido colectivo el 2 de octubre” por correo electrónico. Además, como el periodo de consultas entre trabajadores y empresa terminó sin acuerdo, la compañía que preside José Manuel Entrecanales zanjó el despido colectivo con un pago de 20 días por año trabajado hasta un máximo de 12 mensualidades.
El principal problema para la plantilla es que hasta el momento ni siquiera estuvo unida en la protesta. Algunos de los empleados se agruparon alrededor del comité de empresa y otro grupo lo hizo a través del Col·lectiu Ronda, que presentó una demanda por subrogación ilegal de trabajadores.
Acciona y Nissan van a la greña
Antes de oficializar el plan de despidos, Acciona señaló directamente a la automovilística japonesa y su actitud como responsables del despido colectivo. Desde que el pasado 10 de agosto las dos organizaciones resolvieron el contrato que las unía –las dos dicen que fue la otra parte el que lo rompió– por el desplome de la producción en el centro de Zona Franca, ambas se encuentran inmersas en un enfrentamiento mediático en el que se culpan mutuamente de las bajas.
Hace semanas que Nissan forma a su plantilla para que hagan las tareas del personal subcontratado, por lo que todavía no ha podido volver a producir coches con normalidad. Además, aseguran haber realizado propuestas a Acciona para volver a contratar a parte de su plantilla, pero que la proposición fue rechazada. «Lamentando mucho la decisión, la única opción viable para Nissan es prepararse para la internalización de los servicios que hasta el 10 de agosto de 2020 nos venía prestando Acciona, cuyo contrato fue injustamente resuelto por su parte”, dijo el fabricante en un comunicado.
En cambio, la empresa de servicios niega la mayor. «Nissan ha rechazado en todo momento de manera taxativa las propuestas de Acciona», advirtió este jueves. La única condición impuesta por la entidad era que sus trabajadores también estuvieran incluidos en la mesa de reindustrialización de la fábrica de Zona Franca, que hasta ahora solo tiene en cuenta a la plantilla de la propia automovilística.
Detrás del no de Nissan, por otro lado, se esconde la sospecha de que la marca japonesa arrastra desde hace años un importante excedente de personal debido a las bajas producciones. Con el compromiso de mantener el empleo hasta diciembre de 2021 –fecha del cierre de la instalación–, a la firma ya le vendría bien el adiós de Acciona para así poder dar salida a los asalariados desocupados.
A lo sucedido hay que sumar la inacción de las administraciones. Hasta la semana pasada, ni Generalitat ni Gobierno habían movido un solo dedo para mediar en el conflicto, tal como explicaron los trabajadores en conversación con Economía Digital. Tanto desde el comité de empresa como desde el bufete de abogados Col·lectiu Ronda la sensación compartida era que ninguno de los dos Ejecutivo habían hecho «absolutamente nada» una vez rebajado el soufflé mediático.