Netflix levantará pasiones en todo el mundo menos en España

El acelerado crecimiento de Netflix no contradice que el servicio de transmisión de video bajo demanda (VOD, por sus siglas en inglés) tiene aún espacio para expandirse. La fórmula del éxito la componen contenidos originales y nuevos mercados. Pero el binomio no se dará en España con todo su potencial, al menos en la fase de lanzamiento. Podrá esperar: el contexto global, compuesto por mercados más maduros, sí inyectará vitaminas a sus cifras.

La acciones en la bolsa estadounidense del creador de series como House of Cards y Orange is the New Black se negociaban con crecimientos del 10,2% a 108 dólares (cerró la semana en este nivel) el mismo día en el que se confirmó que su base total de suscriptores había crecido a más de 65 millones, superando las propias expectativas.

Los analistas más eufóricos sostienen que la compañía podría triplicar en todo el mundo el número de usuarios a 200 millones en pocos años, impulsada por la expansión internacional, que incluye el desembarco en España, donde competirá directamente con Yomvi de Movistar Plus –nuevo servicio VOD de Telefónica—.

Distancia con la competencia

«Netflix está transformándose rápidamente, alejándose de la competencia», aseguran los expertos de Pacific Crest. El ritmo de inscripción al servicio de nuevos usuarios casi se duplicó a 3,3 millones en el segundo trimestre, impulsado por el sólido contenido original, con series como Sense8 y Daredevil, y el lanzamiento de Netflix en Australia y Nueva Zelanda.

La expansión es agresiva. Planea llegar a casi todos los países a finales del próximo año. El siguiente en la lista inmediata es Japón –este mismo verano—, mientras que Italia, Portugal y España irán a continuación. En el caso español, el desembarco se producirá en octubre.

Clave del éxito

El éxito de Netflix se basa en el contenido original. La paradoja es que en España el catálogo exclusivo se vendió previamente a Canal Plus, hoy absorbido por Telefónica. De este modo, el producto estrella de la compañía estadounidense se descargará desde su mayor competidor local: Movistar Plus.

Netflix no contaba, en sus planes primigenios, con aterrizar en el país y decidió hacer negocio con la venta de los derechos de emisión a las cadenas de pago. Esta realidad no pasa desapercibida en el mercado, que observa como la estrategia podría girarse ahora en su contra. La compañía es optimista.

Las series virales más recientes, como Sense8 –creada por los hermanos Wachowski y coprotagonizada por Miguel Ángel Silvestre—, debutarán en España a través de Netflix. Para completar el catálogo, ha llegado a un acuerdo con Atresmedia, de la familia Lara. Cederá la producción de Antena 3 y La Sexta. Mediaset (dueño de Telecinco y Cuatro) rechazó un pacto de similares características.

El problema español

El servicio costará igual (entre nueve y diez euros al mes) que en otros países con una mayor programación diferencial. Sin embargo, el músculo financiero de la plataforma estadounidense le permitirá esperar a que sus estrenos queden liberados y a reservar las nuevas producciones para su propio sello en España mientras se posiciona. El éxito, de lograrse, se alcanzará lentamente.

Pero Netflix mira al mundo como un mercado global y en ello se basa su plan de negocio. Gracias a la siguiente oleada de desembarcos, la firma añadirá entre cinco y seis millones de suscriptores en los próximos 18 meses, aunque los analistas consideran que es una cifra conservadora: todavía tiene que resolver cómo llegar al mercado chino.

La alegría del mercado global

Cowen and Co Analysts proyectan un volumen de abonados globales de casi 174 millones en 2020. Pivotal Research prevé que Netflix supere incluso los 200 millones de usuarios en 2021. Por ahora, cuenta con más de 42 millones en Estados Unidos. Este último trimestre ha sumado 2,4 millones de usuarios internacionales y 900.000 clientes estadounidenses.