Nadal se queda sin palancas para bloquear a Atlantia
El ministro Álvaro Nadal, obligado a aceptar la venta de Hispasat a REE, lo que facilitará el éxito de la opa de Atlantia sobre Abertis
La venta de Abertis está parada a la espera de que la CNMV apruebe la contraopa de Hochtief, filial de ACS, y de que Atlantia lance una mejora de su oferta. Se da por hecho que pasarán ambas cosas, en un orden concreto: primero la aprobación y luego, el grupo italiano mejorará su oferta para poder competir con los 18,76 euros por acción de Florentino Pérez. Paralelamente, el Gobierno no ha dejado de intentar que Abertis siga en manos españolas, aunque a Álvaro Nadal, el ministro más comprometido con la causa, se le acaban los argumentos.
El ministro de energía, turismo y agenda digital ha liderado la causa contra Atlantia. Evitar otro caso Endesa ha sido su obsesión desde el principio, sin olvidar que Abertis intentó comprar Atlantia hace más de una década y el Gobierno italiano lo vetó. Nadal ha liderado el intento de veto al grupo italiano, con Íñigo de la Serna, ministro de fomento, como socio, pero las palancas no funcionan. Les queda tiempo, pero parecen bloqueadas.
La primera palanca, la de obligar a Atlantia a negociar por el cambio de propietario de las concesiones, parece que no termina de activarse. El Gobierno intentó que la CNMV no aprobara el folleto de la oferta aduciendo precisamente que debía pedir autorización a España y no lo había hecho. Haciendo gala de su independencia, el regulador ignoró dicha petición y aprobó el folleto.
La CNMV ignoró las razones de Nadal contra la opa de Atlantia sobre Abertis, y abogacía del Estado calla
Tras este revés para sus aspiraciones, Nadal y De la Serna activaron el plan B: pedir un informe a abogacía del Estado que avalara sus tesis, según las que, como la gestión de autopistas es por vía de concesiones públicas, el Gobierno debía aprobar un cambio en el gestor de las mismas. Atlantia discrepa, ya que el titular seguirá siendo Abertis, con sede en España y cotizando en la bolsa española, aunque su primer accionista sea otro.
Pero el informe de abogacía, que se esperaba para finales de octubre, no llega. Ni Abertis ni Atlantia saben nada de él, y en Fomento tampoco pueden precisar si van a disponer del mismo. Algunas fuentes aseguran que esta posibilidad ya se ha desechado, por no estar nada claro que la posición del ejecutivo de Mariano Rajoy esté justificada. Otra fuente conocedora del proceso apunta a que el Gobierno todavía no ha tirado la toalla respecto a conseguir el informe.
El extraño juego de Nadal con Hispasat y REE
Como alternativa a esta vía, y por cubrir todos los flancos, Nadal inició otro juego vía Hispasat y Red Eléctrica (REE), pero el juego se volvió de difícil gestión por los propios intereses del Estado. La venta de Hispasat, controlada por Abertis, sí puede ser objeto de negociaciones con el Gobierno, pues se trata de una empresa estratégica para España –trabaja para el ministerio de Defensa–.
Pero apareció REE, controlada por el Estado con el 20% de las acciones, muy interesada en comprar Hispasat, aprovechando la intención tanto de Atlantia como de ACS –los dos contendientes por la compra de Abertis–, así como de la propia Abertis, por vender la compañía de satélites. Esta operación eliminaría la palanca de frenar una opa por no haber pedido permiso por Hispasat, puesto que Hispasat ya habría pasado a otras manos. Con la contraopa de ACS, todo parece indicar que la venta de Hispasat se cerrará antes que la de Abertis. Adiós palanca. O no.
El Gobierno inició entonces un extraño juego: ralentizar la venta de Hispasat. ¿Cómo? En mayo, Abertis anunció un acuerdo con la compañía francesa Eutelsat, socia de los satélites, para comprarle su 33,69%, con lo que la concesionaria catalana ya superaría el 90% de Hispasat. El resto está en manos de la sociedad públicas SEPI, primer accionista de REE. Esta operación, no obstante, está pendiente de cerrarse por las trabas administrativas.
Nadal frena su bloqueo a la venta de Hispasat a REE: además de poco útil, va contra los intereses del Estado
Al tratarse de una empresa estratégica y con participación pública, el ejecutivo español pidió un nuevo pacto de accionistas para aprobar la compra del paquete de Eutelsat por parte de Abertis. Una petición un tanto extraña, teniendo en cuenta que el accionista de control gana peso, y lo hace para vender su 90%… a una empresa controlada por su socio, el SEPI, para más inri, de titularidad del mismo Estado que está bloqueando la operación.
No hay más que ver lo enrevesado del asunto para vislumbrarle poco futuro. Probablemente Nadal estaba intentando ganar tiempo, como lo hizo retrasando papeleo a Eutelsat, empresa que ha sufrido en la bolsa el bloqueo y que está más que molesta con el ministro de energía. El intento de bloqueo quedará solo en eso, un intento, puesto que Abertis y REE se han entendido rápido: si la concesionaria no tiene el 90%, REE comprará los dos paquetes por separado, o el de Abertis con derecho de compra sobre el de Eutelsat. Además, desde otros despachos públicos se presionó a Nadal para que dejara de bloquear la operación.
Con las dos palancas con visos de fracasar, poco margen –o ninguno– les queda a Nadal y al Gobierno para impedir un nuevo caso Endesa. No puede entrometerse mucho más sin que Bruselas le dé el alto. ¿Qué les queda? Confiar en el libre mercado… y en que Atlantia no pueda competir con la oferta de Florentino Pérez. La compañía italiana lo va a intentar, aunque tendremos que esperar a enero, como pronto, para verlo.