Miquel Valls exhibe imparcialidad polĂtica frente a Joan Canadell
Miquel Valls asegura que siempre ha sido “independiente de la polĂtica”, incluso de la Generalitat y del Ayuntamiento de Barcelona
Miquel Valls se despidió este jueves como presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona haciendo un alarde de imparcialidad política. Expuso la “obra de gobierno” de sus 17 años al frente de esta institución económica que, a partir del próximo lunes, estará liderada por el independentista Joan Canadell.
Como despedida y advertencia a su sucesor, Valls subrayó que deja una “cámara fuerte e independiente al servicio de las empresas y del crecimiento económico del país”.
Aunque se negó a comentar las posiciones de Canadell, Valls remarcó implícitamente las diferencias con su sucesor cuando subrayó que la Cámara de Barcelona sustenta su actual “prestigio” en su “capacidad para dar una opinión rigurosa e independiente”. Insistió en que él “nunca ha estado al servicio de intereses de parte”. Reiteró que ha sido ”independiente de la política”, incluso de la Generalitat y del Ayuntamiento de Barcelona.
Pese a las preguntas de la prensa, no hizo comentarios sobre Canadell, al que deseó “mucha suerte” como presidente. Prometió una transición “ordenada y tranquila”.
De su balance destacó el saneamiento económico de la institución cuando, a partir de 2011, desaparecieron los fondos estatales que procedían del llamado recurso cameral. En el periodo de 2011 a 2015, los ingresos pasaron de 7.831 millones de euros a 15.387 millones, un incremento del 92%. En paralelo, los gastos operativos se redujeron de los 20.999 millones de euros a 14.563 millones.
Patrimonio millonario
El director de la Cámara de Barcelona, Xavier Carbonell, situó el patrimonio neto de la institución en más de 43 millones de euros sin contemplar el valor del histórico edifico de la Llotja de Mar. Valls estimó el patrimonio real en más de 100 millones de euros.
Confesó que el momento más duro de su mandato fue en 2010 cuando el entonces presidente del Consejo Superior de Cámaras, Javier Gómez Navarro, le comunicó la eliminación de los fondos del recurso cameral.
Ni hizo ninguna autocrítica al fiasco de la aventura de Spanair, la que pretendía ser la gran compañía aérea catalana. Cuando se lo recordó un periodista, Valls reconoció que “no todo se hizo bien”, aunque lo hicieran con “voluntad de servicio”.
Valls sigue como vicepresidente de la Cámara de España que lidera Jose Luis Bonet. No obstante, ocupa este cargo en representación de la cámara Barcelona. Su continuidad dependerá de los nuevos gestores.