Mercadona elimina las bolsas de plástico en 66 supermercados
La cadena que preside Juan Roig ofrece bolsas de papel en establecimientos de Valencia, Barcelona, Vizcaya, Cantabria y Baleares
Mercadona avanza en su campaña contra las bolsas de plástico. La cadena de supermercados que preside Juan Roig ha eliminado este material en 66 establecimientos repartidos por Valencia, Barcelona, Vizcaya, Cantabria y Baleares.
Como sustitución, la empresa ya ofrece bolsas de papel y de plástico reciclado en un 50-70%, con un coste de 10 céntimos, y una cesta, con un precio de 50 céntimos.. La idea del grupo es haber abandonado la totalidad de las bolsas de plástico a lo largo de 2019.
Se trata de la segunda fase del proyecto, que comenzó el pasado mes de mayo como una prueba piloto en once supermercados en Valencia, Baleares, Barcelona y Vizcaya.
El proveedor de las bolsas es la empresa de Almansa (Albacete) Alcograf, especializada en envases y reciclaje. Mercadona destaca que ya fue pionera en crear una línea de productos de plástico recuperado de invernaderos en 2010, junto con su interproveedor SP-Berner. Además, cambió por bolsas de papel las bolsas de la zona del horno.
Prohibición de las bolsas de plástico en 2020
El Gobierno estableció que desde el 1 de marzo de 2018 todas las tiendas estuvieran obligadas a cobrar por las bolsas que entregan a sus clientes. Además, en aplicación de la directiva europea de residuos, desde el 1 de enero de 2020 estará prohibida la entrega de estas bolsas.
Como ya explicó Economía Digital, el de las bolsas de plástico es un negocio millonario para las cadenas de supermercados. DIA, por ejemplo, vendió 175 millones de bolsas, a un precio de 5 céntimos, por lo que terminó por ingresar 8,75 millones de euros.
Por su parte, el grupo Eroski (que también incluye a Caprabo) vendió en 2017 unos 80 millones de bolsas, en su mayoría reutilizables, que generaron ingresos de unos 10 millones de euros.
La CNMC recomienda fijar un tributo para las bolsas
La Comisión Nacional del Mercado de Competencia (CNMC) dijo en su más reciente informe acerca del tema, en febrero de este año, que es necesaria «la fijación de un precio mínimo para cada tipo de bolsas» o «establecer una figura tributaria frente a la política de fijación de precios mínimos», la opción que considera «teóricamente más adecuada».
«La figura impositiva permite internalizar el daño producido al medio ambiente, de forma que serán el conjunto de consumidores los que soportarían el recargo del producto y los contribuyentes los que puedan beneficiarse de los ingresos obtenidos con dicha figura», agrega la CNMC.
En cambio, «el precio mínimo facilita que se beneficien en mayor medida las empresas distribuidoras que, de esta manera, se estarían apropiando directamente, con intervención pública, de una renta que en principio no les corresponde».
