Los trabajadores del textil en BCN llaman a la huelga en el puente de la ConstituciĆ³n
Las negociaciones entre los sindicatos y la patronal se encallan por el nuevo convenio colectivo
Salir de compras el próximo puente de la Constitución en Barcelona puede resultar, cuanto menos, complicado. El motivo no es que los locales cierren por ser festivo, sino la llamada que han realizado los sindicatos –CCOO y UGT– a los trabajadores del comercio textil para hacer huelga.
Los factores que ha motivado estos paros son las desavenencias entre los representantes sindicales y la patronal para renovar el convenio colectivo que finaliza el próximo 31 de diciembre. Ambas partes no se ponen de acuerdo y la negociación está encallada.
“Se ha convocado la huelga para el 6 y el 8 de diciembre, pero si se alarga el conflicto, los paros podrían extenderse al 15 y 22 del mismo mes”, detalla el responsable de Acción Sindical Fecoht-CCOO de Catalunya, Esteban Sanabria.
Las bajas, motivo de confrontación
El punto más conflictivo se centra en los ajustes de algunos suplementos que propone el Gremio del Comercio Textil, capitaneado por Antonio Furest, según detallan los sindicatos.
Hasta ahora, los trabajadores que están de baja perciben el 100% de su sueldo desde el primer día que no acuden al puesto de trabajo. Sin embargo, los empresarios no están de acuerdo con la medida. “La propuesta de la patronal es que los primeros tres días de baja no se cobre nada, que hasta el día 21 sólo se perciba el 60% del salario y que hasta final de mes el 75%”, detalla Sanabria. Es el principal escollo de la negociación.
Voluntad de diálogo
En otros puntos –como un aumento de los sueldos hasta el 2015 o mantener la jornada anual en 1.769 horas– se ha conseguido un acercamiento y se ha visto con buenos ojos la propuesta de mediación del Tribunal Laboral de Catalunya (TLC).
En lo que sí están de acuerdo todos los actores implicados, es en la voluntad de seguir con el diálogo para llegar a un consenso y evitar que el convenio expire sin acordar uno nuevo. De ser así, las empresas podrían dejar de aplicarlo y acogerse a otras medidas que favorece la última reforma laboral tejida por el Gobierno de Mariano Rajoy (PP).