Los trabajadores de Torraspapel buscan la complicidad de las administraciones catalanas

La plantilla de Torraspapel en Catalunya se ha lanzado a recabar apoyos entre las administraciones catalanas para evitar el cierre de la planta de Sarrià de Ter (Girona). Los trabajadores pretenden ganar más fuerza a la hora de negociar la continuidad del centro de trabajo con la dirección de la papelera, integrada en la firma internacional Lecta.

El comité de empresa se reunirá este mismo martes con el ayuntamiento de la localidad gerundense. Contaba con el apoyo de la corporación incluso antes de que se presentara formalmente la medida de ajuste, aseguran fuentes cercanas a la compañía. El alcalde del municipio, Roger Torrent, también es diputado en el Parlament de Catalunya y representa a ERC en la comisión de Empresa i Ocupació. Los empleados esperan que a través de su influencia el conflicto laboral sea un tema de debate en el hemiciclo.

Encuentro con Artur Mas

De forma paralela, la plantilla ha solicitado un encuentro con el presidente de la Generalitat, Artur Mas. Quiere exponer su plan para conseguir que la factoría que está en entredicho sea de nuevo viable. También pretende comunicar su indignación porque la pérdida de competitividad del centro está vinculada a un cambio de legislación: la regulación de la cogeneración energética. La dirección de la papelera reconoció que fue la estacada final para una fábrica que amasaba números rojos y cuyo agujero llegaba a los 98 millones de euros.

Los trabajadores aseguran que aún se pueden aplicar medidas de ajuste para evitar bajar la persiana y anuncian movilizaciones. Así se decidió en la asamblea celebrada este lunes en la factoría. El calendario concreto de las protestas aún se debe decidir.

Con todo, la negociación formal del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) con la dirección de Torraspapel aún no ha empezado. El disparo de salida tendrá lugar este miércoles.