Los Sumarroca renuncian a la obra pública
La constructora Teyco diseña su futuro para evitar la quiebra: trabajar para clientes privados, reducir el tamaño, quitas de los bancos y desinversiones
La antigua Teyco renuncia a su sello identitario. Top Proyectos y Contratas, la constructora de la familia Sumarroca, ultima un nuevo plan de negocio para alejarse de la quiebra. En preconcurso de acreedores desde el pasado mes de septiembre, la compañía presentó la semana pasada una propuesta anticipada de convenio en el juzgado y ya trabaja en un nuevo proyecto para ser viable. No contará con la obra pública, su principal motor durante años.
Un portavoz de Top Proyectos y Contratas explica a Economía Digital que, el viernes, un representante de la empresa depositó en varias notarias una propuesta anticipada de convenio por unas deudas que alcanzan los 53 millones de euros. El objetivo: evitar el concurso de acreedores y conseguir salvar la empresa.
Los Sumarroca también ultiman un plan de negocio que se está presentando a los acreedores a lo largo de estas semanas. El proyecto de la saga catalana pasa por redimensionarse, evitar los grandes proyectos y centrarse en trabajar para clientes privados. Una muestra de sus intenciones ya fue la reducción de capital de 17,7 millones de euros para enjugar pérdidas, que en 2015 –el último ejercicio disponible— ascendieron a 9,4 millones de euros.
Los bancos no ven clara la refinanciación de la antigua Teyco debido a las quitas solicitadas
Los recortes también afectarán a la plantilla, de alrededor de 90 personas, e incorporarán la venta de activos. Las mismas voces señalan que están contempladas las ventas de varios solares y Expansión publicó en septiembre la desinversión de un terreno en Finestrelles por 2,9 millones.
Algunos de los activos serán entregados a los bancos, con los que –según el mismo medio–, la deuda asciende a 21 millones de euros. Los principales acreedores son BBVA, con cinco millones; Sareb, con 3,8 millones y Banco Santander, con más de 2,5 millones. Por detrás quedan Caixabank, Sabadell y Novobanco.
El acuerdo con las entidades no será sencillo. Fuentes financieras señalan que los Sumarroca piden importantes quitas para alcanzar un acuerdo final, algo a lo que no están dispuestos a llegar. A pesar de encontrarse todavía en una fase inicial, algunas voces ya apuntan a la liquidación como el destino más probable de la antigua Teyco.
La segunda refinanciación en dos años
Los ejecutivos de Top Proyectos y Contratas ya son conocidos en las oficinas de los grandes bancos: de alcanzarse, sería la segunda refinanciación desde junio de 2015. Hace dos años, la compañía se vio obligada a vender la filial Constraula y logró un pacto para reducir la deuda de 37 a 13 millones de euros.
Sin embargo, el plan de viabilidad trazado no pudo cumplirse ante la crisis del ladrillo y la “campaña de descrédito” contra el entonces primer ejecutivo, Jordi Sumarroca Claverol, detenido e imputado en julio de ese mismo año el marco del ‘caso 3%’ de Convergència y el caso Pujol por el presunto pago de comisiones.
Para desvanecer su rastro, Jordi Sumarroca abandonó el día a día de la sociedad y se optó por un cambio de nombre, de Teyco al actual. No obstante, desde entonces la constructora perdió parte de su negocio con la administración pública y algunas organizaciones le dieron la espalda.
Décadas al calor del dinero público
El nuevo rumbo supondrá un salto frente a la actividad tradicional de la empresa, vinculada a la obra pública, especialmente durante los gobiernos convergentes al frente de la Generalitat de Catalunya. El patriarca de la familia, Carles Sumarroca Coixet, fue uno de los fundadores del partido.
Según el Diari de Girona, con Jordi Pujol como presidente catalán –entre 1982 y 2003– la concesionaria y Emte –de la familia Miarnau— se repartieron contratos por valor de 285 millones de euros. Entre 2012 y 2015, con Artur Mas al frente del gabinete, las adjudicaciones para Teyco alcanzaron los 15 millones de euros.
A pesar de reducir la factura pública de forma drástica desde 2015, el dinero de la administración no abandonó del todo las arcas de la firma. Actualmente construye parte de un pabellón para los Juegos del Mediterráneo, que deben celebrarse en Tarragona, por 4,2 millones de euros.
La compañía de los Sumarroca cerró 2015 con un patrimonio neto y unos fondos propios de 11,17 millones de euros, mientras el capital era de 29,5 millones. Como advertía la auditoría de Deloitte, estas cifras la situaban en causa de disolución: esta situación patrimonial se produce cuando los fondos propios son menos de la mitad del capital, y supone que si un acreedor insta el concurso, la compañía pasa a situación concursal.
Desde entonces, la facturación cayó desde los 42 millones de euros hasta los 18 millones en los que se espera cerrar el ejercicio 2017.