Los restaurantes de Nostrum no tienen licencia de restaurante

Nacida en Barcelona, la cadena de restauración Nostrum suma 127 restaurantes entre España y Francia. La compañía especializada en servir comida precocinada mantiene en la capital catalana su punto neurálgico, con 49 establecimientos, mientras afronta una agresiva expansión por Europa. Sin embargo, no cumple con la normativa municipal en una veintena de locales de la ciudad mediterránea, en la que juega a la ambigüedad. ¿Un restaurante o una tienda?

Home Meal, la empresa titular de Nostrum que cotiza en el Mercado Alternativo Bursátil, utiliza diversos tipos de licencia en sus comercios a pesar de que todos ofrecen el mismo servicio: comida preparada, ya sea para llevar o para comer en alguna de las mesas del comedor. Si 29 inmuebles lucen permisos de restaurante, el resto cuenta con autorizaciones de venta de platos preparados, venta de alimentación general y hasta de charcutería.

Al cruzar los datos de la sociedad dirigida por Quirze Salomó con los registros del Ayuntamiento de Barcelona, Economía Digital ha identificado hasta 20 locales que incumplen la normativa municipal entre negocios propios y franquicias. La falta más repetida es la de operar con licencia de platos preparados.

Según el Plan Especial de Equipamiento Comercial Alimentario en Barcelona, queda prohibida la degustación de los productos a la venta en este tipo de locales. Fuentes del consistorio confirman la mala práctica: “un establecimiento de platos preparados es una tienda. Por tanto, si no tiene licencia de bar o restaurante no puede tener mesas para comer dentro”. Y zanjan: “un local que venda productos precocinados y tenga mesas y sillas dentro debe tener la licencia de bar o restaurante”.

Nostrum: 15 tiendas de platos preparados, tres charcuterías y dos establecimientos de venta de alimentación por 29 restaurantes

Hasta 15 establecimientos se valen de este epígrafe, incluido el restaurante estrella de la cadena dirigida por Quirze Salomó, en la parte baja de Rambla Cataluña, que comparte con un permiso de restaurante sin cocina. Con una facturación anual que ronda el millón de euros, tiene hasta una imponente terraza sobre una de las arterias más concurridas de la ciudad.

El descontrol es tal que existen tres restaurantes que funcionan con una licencia de charcutería y otro con la de ‘venta de alimentación general’.

El desorden afecta incluso al ex director comercial, Sergi Valentín, que posee una franquicia con licencia de “venta al detalle de comida precocinada con actividad de degustación” en la calle Gran de Gràcia. El antiguo ejecutivo ya se vio obligado a cerrar su local en verano de 2016 después de que el Ayuntamiento lo precintara al contar herramientas de cocina sin permiso.

A pesar de retomar actividad, desde el consistorio barcelonés advierten de que el negocio mantiene una inspección abierta “por una actividad no ajustada a la licencia”. No es un caso aislado. El local de la calle Torrent de l’Olla –también con licencia de platos preparados— arrastra dos expedientes sancionadores por “infracciones detectadas” durante la Fiesta Mayor.

Otros directamente tuvieron que cerrar ante las amenazas municipales. Economía Digital tiene constancia de hasta tres franquiciados que se vieron obligados a bajar la persiana por contar con una licencia de venta de platos preparados y ante la imposibilidad de conseguir un permiso de restaurante por las características de su local.

Bajo condición de anonimato, dos explican que el consejo de Nostrum ante las primeras inspecciones fue el de mantener la discreción. “Silencio, pueden pasar meses o incluso años hasta que las investigaciones se materialicen”, cuentan que era la recomendación. Así, cansados por la falta de soluciones, optaron por cerrar.

Por ello, uno de ellos explica que ya ha solicitado asesoría legal con tal de demandar a la cotizada: “al firmar el acuerdo de franquiciado en ningún momento se nos habló de restaurante, siempre se utilizó el concepto de tienda”. Incluso otros afectados por las inspecciones del Ayuntamiento estarían interesados en sumarse al proceso judicial.

¿Tienda o restaurante?

En el plan de negocio que Nostrum facilitó al debutar en el Mercado Alternativo Bursátil no aparecía en el término restaurante y se etiquetaba claramente el negocio como tienda. Sin embargo, las inspecciones comenzaron a llegar al contar con mesas en sus locales y a mitades de 2016 se decidió el salto formal al sector de la hostelería.

Así, la mayoría de los nuevos comercios ya se abrieron con licencia de restaurante; las nuevas franquicias inauguradas fuera de Barcelona ya cuentan con los permisos correctos según su actividad. Los 10 establecimientos de la empresa en Madrid, el segundo polo de la compañía, también cuentan con la autorización para operar como bar/restaurante.

No obstante, no se modificaron las condiciones de los antiguos. Además, los permisos de tienda permiten una rentabilidad económica superior. Si bien el pago de la licencia es idéntico, el coste de la instalación es mucho mayor en los locales de restauración, por lo que hacer la modificación hubiera supuesto un desembolso adicional.

Nostrum en cifras

Home Meal, la empresa que posee los derechos de Nostrum, debutó en el Mercado Alternativo Bursátil en 2014 y cuenta con 127 tiendas entre España y Francia. Inmersa en una agresiva expansión, la compañía cerró el ejercicio 2016 con una facturación de 25 millones y unas pérdidas de 1,5 millones de euros. Las cifras mejoraron ligeramente frente al 2015, cuando los números rojos eran de 2,44 millones y las ventas de 24,1 millones de euros.

Home Meal ha declinado contestar las preguntas de Economía Digital. En una breve conversación, Salomó ha asegurado «no tener nada que aclarar» ante esta información.

[CONSULTA AQUÍ TODOS LOS RESTAURANTES SIN LICENCIA DE NOSTRUM]

Economía Digital no ha podido identificar las licencias de los locales de Castillejos 322, Entença 355, Gal.la Placídia 1-7 y Ganduxer 72.