Los pequeños productores se alían contra Freixenet y su cava barato
Seis bodegas catalanas se agrupan para crear Corpinnat, una marca colectiva para reivindicar el cava de calidad salido del Penedès
Cansados de que los grandes fabricantes hayan desprestigiado el cava, media docena de productores del Penedès han decidido pasar a la acción. Conscientes de la imposibilidad de luchar solos frente a gigantes como Freixenet y Codorníu, los bodegueros se han aliado bajo la marca colectiva Corpinnat para distinguir “a los grandes vinos espumosos elaborados en el corazón del Penedès”.
La iniciativa llega impulsada por seis compañías de la región catalana: Gramona, Llopart, Nadal, Recaredo, Sabaté i Coca y Torelló. No obstante, la enseña está abierta a todas las bodegas incluidas en la delimitación territorial establecida y aspiran a que sea compatible con la Denominación de Origen Cava. “Tenemos el objetivo de prestigiar nuestro producto”, explican.
Para formar parte de la flamante marca, las firmas interesadas deberán cumplir varios requisitos que hasta ahora quedaban aparcados con el cava. “La cosecha deberá ser manual, con uva ecológica certificada y utilizando variedades históricas, a poder ser autóctonas”, desgranan. La crianza será siempre superior a los 18 meses y el pago a los viticultores llegará a ser superior a los 0,7 euros el kilo.
Las seis bodegas que forman Corpinnat producen alrededor de dos millones de botellas al año
La zona seleccionada es un territorio conocido para la mayoría de productores: 22.966 metros cuadrados en la depresión prelitoral del Penedès que representan el 61% de la superficie de plantación del cava.
Además, las bodegas que se adhieran a la insignia tendrán prohibido fabricar para terceros. Una manera de tratar de luchar contra la marca blanca, que en 2017 suponía el 32,75% de las botellas que se vendían en España. Tras años de estrecha relación, Codorníu optó a mediados del año pasado por abandonar la fabricación para cadenas de supermercados como las británicas Tesco y Saintsbury’s.
Con más de dos millones de botellas a sus espaldas, el club de impulsores quiere que la marca Corpinnat figure en el centro de las etiquetas de los espumosos, ya pertenezcan a la DO Cava, a la DO Penedès o a ninguna de las dos. «Para hacer efectiva la incorporación deberán pasar una auditoría externa inicial y otra anual para acreditar el cumplimiento», explican.
Y los grandes, ¿qué hacen?
En el sector se culpa habitualmente a Freixenet y Codorníu de haber devaluado el prestigio del cava. Poco a poco, Codorníu parece que camina en la dirección de apostar por las bebidas de mayor valor en detrimento de las más baratas.
No obstante Freixenet, el indiscutible líder del sector, se encuentra a la espera de que Henkell, que acaba de adquirir la empresa, redefina su estrategia. Las fuentes consultadas por Economía Digital señalan que las botellas asequibles, desde los tres o cuatro euros, tomarán protagonismo en el futuro de la compañía.