Los investigados de El Corte Inglés controlan la auditoría que les afecta
Florencio Lasaga, consejero de El Corte Inglés, frena el acceso a la investigación sobre uno de sus protegidos, el directivo responsable de la seguridad
Cuentan en las entrañas de El Corte Inglés, que el movimiento que terminó por desembocar la alianza entre las hermanas Álvarez y la vieja guardia de la empresa contra el presidente Dimas Gimeno fue la petición de investigar los contratos adjudicados por la división de seguridad. Dos auditorías, una interna y otra externa, fueron solicitadas por el sobrino de Isidoro Álvarez con tal de desentrañar las licitaciones fraudulentas. No obstante, los investigados siempre mantuvieron el control de las investigaciones.
El objeto de las pesquisas es el antiguo responsable de seguridad de los grandes almacenes, Juan Carlos Fernández-Cernuda, acusado de otorgar contratos millonarios a compañías de familiares y amigos. Detrás del ejecutivo estaría la sombra de Florencio Lasaga, el consejero que lidera a la vieja guardia en El Corte Inglés seguido por Carlos Martínez Echevarría.
En un primer momento se puso en marcha el engranaje de la sociedad y se encargó una auditoría interna. El responsable era José Antonio Rodríguez Gil, que durante años auditó las cuentas de la empresa cuando trabajaba en Deloitte. Su relación comercial con la cadena lleva el sello del propio Lasaga, pues es también otro de sus protegidos.
El presidente de El Corte Inglés no sabe ni quién realiza la auditoría ni ha visto la hoja de encargo
Ante las sospechas, Gimeno pidió al consejo una auditoría externa a Ernst & Young (EY). Sin embargo, la petición la volvió a realizar Lasaga. “Desde entonces, no hemos tenido ningún tipo de información, no hemos visto ni la hoja de encargo de la investigación”, lamentan fuentes del entorno del presidente a Economía Digital.
De hecho, las mismas voces señalan que han solicitado en varias ocasiones conocer el nombre de la consultora que realiza el informe, pero tampoco se les ha facilitado. “Lo único que sabemos es que EY iba a presentar los resultados, pero ha pedido más tiempo ante la atención mediática del caso”, añaden.
Existe el temor a que el estudio termine por enseñar «aquello que quieren escuchar los que lo encargaron, algo que suele pasar en este tipo de procedimientos». En caso de que no arrojase a la luz las presuntas irregularidades en la contratación, el judicial sería el único camino restante.
En cambio, un portavoz de El Corte Inglés asegura que las auditorías se tratan de «controles rutinarios» y resta importancia a lo dice que es «una campaña de desprestigio contra un directivo de la compañía». «Los resultados dejarán claro que no ha habido nada fraudulento», sostiene.
El entramado de Lasaga en El Corte Inglés
Tras más de 50 años entre bastidores, Lasaga logró tejer una red de profesionales de confianza que rinden cuentas con el cabecilla del denominado Clan Navarro, que forma junto a Carlos Martínez Echevarría. Entre ellos está Juan Carlos Fernández-Cernuda, que dirigió la división de seguridad hasta mediados y ahora está al frente de asuntos como la protección de datos.
Desde hace un año, el departamento de seguridad está oficialmente dirigido por Catalina Polán, una colaboradora muy cercana a Cernuda. Son muchos en las oficinas de la empresa que creen que el expolicia todavía mueve los hilos desde la sombra.
Ahora, desde el entorno de Gimeno creen que las investigaciones sobre Cernuda podrían salpicar al propio Lasaga. De hecho, el directivo admitió a Eldiario haber contratado a empresas vinculadas a familiares, pero aseguró que todo se hizo con el beneplácito de sus superiores, algo que podría señalar al navarro.
Por ello, los dos consejeros octogenarios se habrían posicionado a favor de las hermanas Álvarez en la batalla que mantienen contra Dimas Gimeno, que abogaba por modificar el método de contratación y abrirlo a concurso público. Logró hacerlo con la publicidad, pero en el área de seguridad fue donde se dispararon las alarmas.