Los grandes fabricantes denuncian el acoso y derribo de las marcas blancas
Piden al ministerio una ley que impida la competencia desleal de los productos de Mercadona y DIA
Los fabricantes de las primeras marcas han reforzado su lobby empresarial, Promarca, para intentar que la futura ley de relaciones entre fabricantes y distribuidores vigile de cerca las prácticas comerciales abusivas que –aseguran– han desarrollado las grandes cadenas de supermercados durante los últimos años.
La predominancia en los lineales de las marcas blancas, los precios más elevados que imponen los supermercados a los grandes fabricantes y la copia de los productos innovadores son algunas de las prácticas que han puesto a los grandes productores en pie de guerra.
Oficialmente, ninguna marca quiere enfrentarse a los supermercados porque creen que podrían salir aún más perjudicados en una relación comercial en la que multinacionales como Coca-Cola, Nestlé, Danone o Nutrexpa se consideran el eslabón débil de la negociación. Pero estas empresas, integrantes de Promarca, utilizarán todas sus armas para endurecer las leyes que velen por la igualdad de condiciones en la competencia.
Marcas extinguidas
El avance arrollador de las marcas blancas de Mercadona o DIA, entre otros, especialmente en los últimos cuatro años, ha empobrecido la variedad de productos en los supermercados, según un informe de la Comisión Nacional de la Competencia publicado en octubre de 2011. “Desde hace 10 años han desaparecido el 22% de las marcas. Los segundos, terceros y cuartos productos están muriendo. Sólo han sobrevivido las primeras firmas y las de los supermercados”, explica Ignacio Larracoechea, presidente de Promarca.
La práctica ha dejado prácticamente a dos competidores en el sector de yogures: Danone y las marcas propias de cada supermercado. Han desaparecido o tienen una presencia residual los productos de Nestlé, Müller, líder en Alemania, y Sveltesse.
Discriminación
Un recorrido por los pasillos de Mercadona demuestra que la varidad de productos es más bien pobre. Las marcas Hacendado, Deliplus y Bosque Verde, propias de la compañía, dominan casi todas las estanterías. En un establecimiento del centro de Barcelona, el sector de leche entera, sólo cuenta con dos marcas, además de Hacendado: Llet Nostra (5,28 euros el envase de seis packs) y Pascual (5,52 euros). La marca propia del supermercado arrasa en precio: 3,42 euros.
“Como la leche y el aceite son productos de atracción, en ocasiones los supermercados están dispuestos a venderla por debajo del precio de coste, una situación que ya han denunciado hasta la saciedad los productores”, explica el presidente de Promarca.
El caso del yogur helado
Pero quizá la acusación más grave de los fabricantes tiene que ver con una práctica que pudiera rozar la ilegalidad en términos de libre competencia, según el lobby. Las primeras marcas deben avisar a los supermercados sobre las novedades de sus productos para negociar espacios, una información que utilizan los distribuidores para ordenar a sus proveedores la fabricación de un producto similar.
El reciente caso del yogur helado de Danone, Yolado, abrió la polémica. “Hacendado intentó copiar el invento de la multinacional francesa pero no dio con la fórmula y terminó sacando un helado de yogur”, explica una fuente cercana al triángulo comercial.
Rechazo de los distribuidores
Los supermercados en el punto de mira de los fabricantes niegan un tratamiento discriminatorio. DIA asegura que sus productos propios suponen el 53% de las estanterías, un “equilibrio casi perfecto” con el resto de fabricantes aunque prefiere no comentar el beneficio que obtiene de las primeras marcas en relación con las blancas. Mercadona también niega un trato de preferencia y defiende la innovación y calidad de su oferta propia.