Los Esteva dejan El Principal del Tragaluz en manos del cocinero jefe del grupo
Juan Ferre es el único propietario de las acciones del céntrico restaurante de Barcelona
Cambios en la cúpula del Grupo Tragaluz. El cocinero jefe de la conocida firma de restauración de Barcelona, Juan Ferrer, se ha quedado con todas las acciones de uno de los establecimientos estrella de la compañía. Es el dueño de El Principal del Tragaluz, situado en la calle Provença de la capital catalana, desde finales del pasado abril.
Ferrer se convirtió en copropietario del restaurante hace tan sólo un año. Suscribió una ampliación de capital cuyo montante no se desveló y compartía, hasta la fecha, dirección con la fundadora de la compañía, Rosa Maria Esteva Grewe. En esta ocasión, tampoco se ha comunicado el importe final de la operación.
Propietarios distintos
Los portavoces del grupo aseguran que se trata de una “transacción habitual” de Tragaluz. “Cada restaurante tiene sus propios socios”, añaden. Algo que sucede desde el momento fundacional. Todos operan como sociedades distintas. Para ellos, lo más importante es que el cocinero jefe se ha comprometido a que el establecimiento se mantenga en el seno de la compañía y no modifique el estilo actual.
Ferrer es uno de los más allegados de Maria Esteva y su hijo, Tomas Tarruella Esteva, en el Grupo Tragaluz. Fue uno de los primeros trabajadores de El Mordisco cuando abrió las puertas en 1987 y ha tomado decisiones de lo que se lleva en los fogones de los distintos establecimientos desde ese momento.
Limpieza societaria
Los Esteva han aprovechado la inscripción en el Registro Mercantil del cambio de titularidad de El Principal para lavar la cara a las distintas sociedades del grupo. El cambio más destacado ha sido la liquidación por falta de actividad de la empresa Mordisco a Casa, aseguran los mismos interlocutores.
Se trata del servicio de reparto de comida a domicilio que se hacía en el antiguo local de El Mordisco, el primero que inauguró Tragaluz. El actual establecimiento se encuentra a pocos metros del original, en el Pasaje de la Concepción de Barcelona, y lleva la firma de la otra hija de la dueña, la interiorista Sandra Tarruella. Actualmente ya no dispone de reparto a domicilio, sólo se entrega comida para llevar a quien se acerque al local.