Los Carulla ganan a Hacienda en los juzgados
El juez archiva la denuncia de la Agencia Tributaria al considerar que la auto compraventa de acciones es legal
El titular del juzgado número 4 de Barcelona, Josep Maria Miquel Porras, ha archivado la causa contra los seis hermanos Carulla por supuesto fraude fiscal. El juez afirma en su auto que las operaciones realizadas por los acusados “son regulares” y anula los argumentos presentados por la Agencia Tributaria contra la familia empresarial catalana.
Artur y Jordi, responsables de Agrolimen, así como Mariona, presidenta de l’Orfeó Català, y sus otros tres hermanos encuentran, de este modo, eco judicial a sus argumentos. La defensa de los empresarios documentó, entre otros hechos, que la residencia fiscal de Jordi Carulla, a quien Hacienda consideraba el cerebro de la operación, está fuera de España con la consecuente exención en materia de impuestos.
La trama
La investigación se centraba en la compraventa de acciones entre las compañías Agrolimen, propiedad de los Carulla, y la sociedad holandesa Merimare. Tras seguir el paradero de los 60 millones de euros, el magistrado llega a la conclusión de que lo ocurrido es una «recolocación de fondos» en «una reorganización empresarial» que tributó en Holanda. La Agencia Tributaria consideró que la maniobra sirvió para evadir impuestos.
La operación se produjo en 2006 y consistió en la venta de títulos de Agrolimen que eran propiedad de Merimare a la propia Agrolimen. La operación movió 61 millones de euros. Con ese dinero, se realizó una ampliación de capital por el mismo valor. Posteriormente, la propia Merimare invirtió por el mismo valor en Agrolimen en otra ampliación de capital, según detalla el auto.