Lidl duplica su capacidad logística en el territorio de Mercadona
La compañía inaugura oficialmente el nuevo centro de Cheste, para el que ha invertido más de 55 millones de euros y que contará con 51.000 metros cuadrados
La cadena de supermercados Lidl ha estrenado hoy un nuevo centro logístico en Cheste, en Valencia, gracias a la cuál duplicará su capacidad en la comunidad en la que Mercadona es líder indiscutible. Según informa la compañía alemana en una nota de prensa, desde este centro abastecerá «a todo el arco del Mediterráneo».
La inversión para dicha plataforma ha sido superior a 55 millones de euros, que se desglosan de los más de 100 millones que ha invertido Lidl en la Comunidad Valenciana desde 2018. Dispondrá de 51.000 metros cuadrados, lo que ofrecerá la capacidad para gestionar más de 30.000 palés y 140 muelles de descarga con el objetivo de «optimizar el tránsito de la mercancía».
Tiene, además, 17.000 metros cuadrados equipados con cámaras frigoríficas para el almacén de productos secos, congelados y frescos. De esa extensión, 5.000 metros cuadrados estarán dedicados exclusivamente para conservar fruta y verdura.
La nueva plataforma ya comenzó a operar el pasado octubre, pero con la entrada del nuevo año sustituirá a la que Lidl tenía en Ribarroja del Turia, situada a pocos kilómetros. Según la información de la compañía, esta planta «se había quedado obsoleta y pequeña para atender las crecientes necesidades logísticas».
Lidl explica que con este nuevo centro refuerza su actividad en la Comunidad Valenciana. En el último año, la compañía duplicó el volumen de compras de productos valencianos desde 230 millones de euros hasta rondar los 600 millones, además de abrir 11 nuevas tiendas y aumentar su cartera de proveedores hasta 70.
Uno de los centros más sostenibles de Lidl en Europa
Lidl explica que la plataforma de Cheste es «una de las más sostenibles» de todos los centros que tiene repartidos por Europa. El centro cuenta con los sellos BREEAM y Verde, y cuenta con una instalación fotovoltaica de más de 11.000 metros cuadrados que permite el autoconsumo de la planta y un ahorro de 200 toneladas de dióxido de carbono (CO2) anuales.
Su almacén también ostenta el certificado ‘Residuo Cero’ que concede la Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR). Esta es la autorización que concede el regulador español para garantizar que una planta industrial no genera residuos, ya que según indica Lidl, «todos son reciclados».