La trama de la OCU moldea pruebas de laboratorio para hacer ránkings a medida

La base científica con la que la crema Lidl de 3 euros ha sido nombrada como la mejor del mercado se tambalea. La OCU y su entramado de empresas y asociaciones europeas han hecho un mismo estudio científico pero han elaborado varios ránkings de cremas en función del país donde se publican. De esta forma, la crema que es considerada la mejor de España, no aparece en los ránkings de Bélgica.

Las cuatro entidades europeas que forman parte de la red de la asociación de consumidores belgas Test Achats (OCU en España, Altroconsumo en Italia, Deco Proteste en Portugal y la propia Test Achats en Bélgica) encargaron a Institute Dr. Schrader, unos laboratorios alemanes, el análisis de 48 cremas que se venden en estos cuatro países.  

Tras mismo estudio científico, cada entidad valoró de forma diferente a los productos analizados. La crema Lidl fue premiada en España, Italia y Portugal como la mejor hidratante a pesar de que otras 15 cremas le ganaron en las pruebas de laboratorio, tal como avanzó este diario.

Pero la asociación matriz, Test Achats, una supuesta entidad sin ánimo de lucro que coordina un entramado empresarial con conexiones en Luxemburgo y Hong Kong, expulsó a la crema de Lidl del estudio.

Con su exclusión, la marca Kruidvat, que vende una cadena de supermercados barata, ha sido distinguida como la mejor hidratante en Bélgica. El producto apenas tiene un coste de 2,48 euros, incluso más barato que la crema de Lidl y tuvo unos resultados bastante modestos en los estudios científicos: obtuvo un porcentaje de hidratación del 29,7%, doce puntos por debajo de Clinique, que obtuvo el mejor resultado científico, pero que sorprendentemente fue relegada a los últimos puestos de todos los ránkings. 

Mismo estudio, diferentes ránkings  

Las cuatro asociaciones de consumidores bajo el paraguas de la belga Test-Achats elaboran numerosos estudios de mercado y sugieren la compra de unas marcas y, en ocasiones, recomiendan al consumidor vetar otras. Esta práctica ha levantado la queja de al menos seis patronales en España que acusan a la OCU de hacer estudios de mercado sin rigor.  

Las sospechas de favorecer unas marcas sobre otras se sustentan en estudios con criterios maleables y cambiantes. En el caso del informe de cremas hidratantes, las asociaciones incluso han publicado puntuaciones diferentes para la misma crema, que se analizó en el mismo laboratorio y con las mismas opiniones de usuarias que participaron en los test.  

Por ejemplo, el producto de La Roche-Posay obtuvo 62 puntos en Bélgica y 63 en España. La crema Estée Lauder obtuvo 61 puntos en Bélgica y 60 en España y la crema de Lidl obtuvo 66 puntos en Portugal, 65 en Italia y España y fue expulsada del estudio en Bélgica, a pesar de que Lidl tiene presencia en ese país.  

Así, las mejores cremas de España y Portugal son Lidl, Garnier y Vichi mientras que en Italia son Lidl, Granier y Nivea. En Bélgica, el restultado es completamente diferente y se premia a Kruidvat, seguidas de Vichy y Mixa. 

Criterios dudosos  

Las puntuaciones de estos ránkings no son un tema menor en la industria cosmética. Desde que la crema de Lidl fue declarada «la crema reina» y «la mejor» por la OCU en España, Lidl disparó sus ventas por 20 y agotó las existencias en todos los supermercados.  

¿Ha pagado Lidl a la OCU o algunas de sus empresas para aparecer como primera en los ránkings en España, Portugal e Italia? La OCU da respuesta a estas preguntas en la revista que publica el polémico informe.

«La OCU no tiene, en ninguno de sus análisis, acuerdo con las marcas galardonadas. Tampoco cobra por analizar una u otra marca ni acepta muestras ni ingresa comisiones por dejarlas en un buen lugar», explica la organización.  

La OCU y sus asociaciones afines en Europa aseguran que son organizaciones sin ánimo de lucro pero tienen una facturación millonaria. Sólo la OCU factura 25 millones de euros al año. El entramado, coordinado desde Bélgica, envía cada año unos 15 millones de euros a una filial de Hong Kong que se dedica a exportar las baratijas que la OCU y sus entidades afines regalan a los nuevos usuarios como regalos anzuelo.  

Tras haber publicado las dudas de la patronal cosmética, la OCU ha demandado a Economía Digital para pedir a los tribunales que este medio deje de informar sobre los polémicos estudios y sobre los negocios millonarios del entramado de la OCU con conexiones en territorios off-shore.