La plantilla de Nissan da por perdido otro modelo en Barcelona
La fábrica de Nissan en la Zona Franca se prepara para el adiós de la furgoneta NV200 diésel, otro batacazo tras el fin del Pulsar en verano
Los vientos siguen soplando contra la planta de Nissan en Barcelona. Si en junio fabricó el último Pulsar en la Zona Franca, en el grupo japonés ya temen el adiós de otro vehículo en la instalación: la furgoneta NV200 de combustión, que en el ejercicio 2017/2018 significó algo menos del 25% de la producción total del centro. Y en el horizonte no se atisba la asignación de un nuevo modelo que reanime la actividad.
Fuentes internas de la compañía explican a Economía Digital que algunos ejecutivos ya deslizaron la baja del automóvil en las últimas semanas. Un final que se produciría en Semana Santa de 2019, pocas semanas después de que la compañía nipona cierre la temporada 2018/2019, que termina en marzo según su calendario fiscal.
El adiós a esta versión llega por fases. El pasado mes de julio la empresa ya dejó de fabricar la versión para pasajeros del vehículo. A cambio, obtuvo la versión eléctrica, con un papel todavía residual en la línea 1 de la instalación, que en el último año sacó a la carretera alrededor de 20.000 unidades de la furgoneta. La preocupación de los trabajadores sobre la escasez de producto se agudiza ahora.
La razón del adiós se presume por el cambio de tendencia en la demanda, que vira hacia el segmento de la gasolina frente al clásico diésel, el que lleva el sello de la planta barcelonesa. Según los datos de la patronal europea de fabricantes, hace un lustro el diésel era el combustible preferido de 11 países de Europa, pero al cierre de 2017 sólo reinaba en cinco estados: Austria, Irlanda, Portugal, España y Suecia. Con la entrada del año, el diésel perdió la batalla en España y hoy sólo representa el 37,4% de las nuevas matriculaciones frente al 56,2% actual.
Nissan no adjudicará modelos hasta 2021. Las esperanzas se centran ahora en Renault y Mercedes
Ante tal viraje, Nissan tiene pocas opciones de respuesta en Barcelona, pues todas las NV200 de combustión que produce en Barcelona llevan incorporado motores diésel. Al contrario que otras plantas, no puede modificar el tipo de propulsor en sus vehículos para adaptarse a las nuevas tendencias del mercado.
Y la atonía no tiene visos de quedar aparcada. El fabricante japonés no adjudicará nuevos modelos hasta 2021 –por lo que su llegada podría prolongarse hasta 2022–, por lo que las esperanzas de los trabajadores consultados se centran en su aliada Renault, con una gama de productos más amplia, y Mercedes, para la que ya una fabrica la pick up. Representantes de la firma alemana realizan visitas periódicas a la Zona Franca para analizar oportunidades.
Con la falta de actividad sobre la mesa, la tensión se agudizará este mismo 2018, pues sindicatos y dirección deben reunirse para aprobar un nuevo convenio colectivo. Cuando parecía que ambas partes optarían por una prórroga, no se alcanzó un acuerdo aparentemente cantado para mantener el actual, por lo que faltan ya pocas semanas para que se constituya una mesa de negociación.
Los empleados tratarán de vincularlo a un plan industrial que garantice la supervivencia de la planta en los próximos años. Sin embargo, esperan que la cúpula contraataque con un recorte de condiciones laborales para garantizar nuevos vehículos, algo habitual en el sector. Así lo sufrieron, por ejemplo, los trabajadores de Opel en Figueruelas (Zaragoza), que tuvieron que aceptar un convenio inferior al deseados entre amenazas de retirarles el Opel Corsa, el modelo más producido en la planta.
El estado de Nissan en Barcelona
Fuentes del sector señalan que la fábrica de la Zona Franca no puede aguantar muchos meses en estos niveles de producción si quiere seguir siendo rentable. Con capacidad para hasta producir 200.000 unidades, en el ejercicio 2017/2018 se conformó con sacar al mercado 89.000 coches. Se elaboraron en la fábrica 21.000 Nissan Pulsar, 20.000 furgonetas NV200 y 48.000 pick-up Navara.
Y para el año actual, las cifras todavía serán peores. En verano el Pulsar y la versión de pasajeros de la NV200 abandonaron la instalación catalana. La nueva versión eléctrica de la NV200 y la producción de pick-up para Mercedes y Renault no cubrirán las bajas.
Por ello, la dirección ya cuantifica en 100 personas el excedente de plantilla que se generará en la planta, por lo que abrió un plan de bajas incentivadas.