La insolvencia de Miró aflora posibles “irregularidades” contables
La Caixa se desmarca del convenio de acreedores al considerar que las cuentas de los últimos dos años no reflejan la realidad financiera de la cadena de electrodomésticos. Miró remarca que sus balances están auditados sin salvedades por BDO
Electrodomèstics Miró habría inflado de forma irregular los resultados de los últimos dos ejercicios para retrasar el concurso de acreedores entre uno y dos años. Esta es la tesis de La Caixa que, tras revisar de nuevo las cuentas, no firmará el acuerdo de los acreedores, según ha podido saber Economía Digital de fuentes jurídicas participantes en la negociación.
Las sospechas se remontan a principios de 2011, cuando La Caixa decidió no renovar las líneas de financiación que mantenía abiertas con Miró. Tres meses después, y acuciada por la falta de recursos para financiarse, la cadena de electrodomésticos fundada por Francesc Miró solicitaba el concurso de acreedores. CaixaBank estudia en estos momentos la posibilidad de interponer acciones legales contra lo que los especialistas consideran una “alteración de la documentación contable” que justificó la concesión de financiación. La deuda con la entidad presidida por Isidro Fainé asciende a 20 millones de euros, el 8% del total del pasivo declarado por Miró.
La empresa insolvente ha reaccionado a estas sospechas recordando que sus cuentas de los ejercicios 2009 y 2010 están auditadas por BDO y que no hay salvedades a los estados contables presentados. Por otro lado, el resto de los acreedores bancarios –CatalunyaCaixa, Banc Sabadell, Bankia y Santander– no han presentado ninguna alegación y, según Miró, apoyarían el plan de viabilidad que se aplicará a partir de septiembre. El propio Francesc Miró se muestra, por lo tanto, “optimista” debido al amplio apoyo que está logrando el convenio y está convencido de que la compañía saldrá adelante.
Los asesores legales de Miró han declinado pronunciarse sobre los motivos por los que de momento La Caixa no apoya el convenio y el nuevo plan de viabilidad y se remiten exclusivamente a las conclusiones de la auditoría. Tampoco la entidad financiera ha querido explicar su situación, al señalar que se trata de información relativa a uno de sus clientes.
“Saldremos adelante”
Este miércoles, Miró presentará un acuerdo para el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectará a 500 trabajadores, como paso previo a la reestructuración de la empresa. A la vuelta del verano se empezará a aplicar el plan de viabilidad que va vinculado al convenio con los acreedores que se está negociando y que tiene en CaixaBank la única objeción conocida hasta ahora. Hoy por hoy el acuerdo acumularía los avales necesarios de más del 51% del pasivo.
Miró debe 280 millones de euros de los que 160 corresponden a bancos y cajas, 20 de ellos a CaixaBank. El resto del riesgo se reparte entre los 100 millones que reclaman las compañías aseguradoras de crédito (entre el 50% y el 60% sería de Crédito & Caución) y 20 millones más que corresponderían al resto de proveedores de la cadena de tiendas. Sin embargo, este escenario no ha frenado a Miró, que ya vuelve a publicitarse y a operar con normalidad. Sólo a través de los sistemas de pago mediante tarjeta, Miró habría facturado un mínimo de 30 millones desde que suspendió pagos.
Posibles demandas
A pesar de ello, las sospechas de la nueva CaixaBank están fuertemente contrastadas. Las supuestas maniobras contables habrían alterado durante los dos últimos ejercicios los recursos propios de la cadena de electrodomésticos y, en consecuencia, se habría ofrecido una imagen escasamente fidedigna de la situación real del grupo. Por esta razón, el banco de la Diagonal estudia posibles demandas contra los administradores de la distribuidora de electrodomésticos.