Las protestas que protagonizan la noche barcelonesa desde que el Tribunal Supremo emitió la sentencia contra los líderes del procés dejaron hasta ahora una imagen de contenedores y vallas en llamas por el centro de la ciudad. La factura para el Ayuntamiento superará los 800.000 euros, según declaraciones del consistorio. Una cantidad que irá a parar a los bolsillos de Ros Roca, el proveedor de basuras de la capital catalana.
Ros Roca es una multinacional de origen ilerdense dedicada a la gestión de residuos urbanos que está controlada por el grupo holandés Terberg desde 2016. Gestionada desde la ciudad británica de Warwick, la familia Roca, dueña histórica de la sociedad, mantiene ahora el 25% de las acciones.
El gigante de la basura tiene sedes en Francia, Alemania y Holanda, además de España y Reino Unido. Precisamente el británico es su mayor mercado, gracias a la compra de Dennis Eagle hace diez años, que la convirtieron en líder en el país.
La familia Terberg controla el 60% de la compañía y el resto se lo reparten los antiguos accionistas de Ros Roca, fundada en 1953: la familia Roca, los March y la aragonesa Tasal. Tras la unión, el conglomerado acumula alrededor de 1.650 empleados y suma una facturación que ronda los 400 millones de euros al año.
El coste de los contenedores quemados: 820.000 euros
Terberg y la familia Roca son el proveedor histórico de contenedores de Barcelona. Ahora, con los disturbios desencadenados por la sentencia del procés, sus basuras están siendo utilizadas como material combustible por los manifestantes más radicales en las dos últimas noches.
El concejal de Presidencia, Jordi Martí, explicó el miércoles que los 250 contenedores que ardieron en los enfrentamientos del martes tendrán un coste de 320.000 euros sin suman ni siquiera el despliegue de personal en las calles ni las labores de limpieza.
A la cifra que facturará la empresa se le deben sumar los 400 contenedores quemados en la noche del miércoles que, según la alcaldesa, Ada Colau, costarán alrededor de 500.000 euros a las arcas del consistorio.
De este modo, Ros Roca se embolsará unos 820.000 euros por surtir de nuevos contenedores a Barcelona, un contrato con el que seguro aliviará el impacto que le haya podido producir la sentencia o los enfrentamientos ocurridos.