La CCC tiene ‘secuestrados’ 1,6 millones de los centros de formación
La Confederació de Comerç pedía a los centros un pago en concepto de garantía que ha ido acumulando y que sólo ha devuelto con cuentagotas
La crisis de la Confederació de Comerç de Catalunya tiene muchas víctimas, empezando por sus empleados, que o bien han sido despedidos o hace meses que no cobran y no saben el futuro que le espera a la patronal. Otra parte damnificada, y considerablemente, son los centros de formación que han trabajado para la CCC en los últimos años.
La patronal de los comerciantes catalanes debe casi 1,6 millones de euros a escuelas de formación continua a las que ha contratado cursos en los últimos 12 años. Esta deuda ha traído grandes dificultades a los centros, que en su mayoría son pymes o microempresas, y algunos tienen deudas con su propia plantilla o han tenido incluso que cerrar el negocio.
La Confederació de Comerç debe más de 250.000 euros a una quincena de escuelas que dieron cursos en 2015. A mediados del año pasado, la organización dejó de pagar los cursos que estaban impartiendo sus centros proveedores. Pero esto sólo es la punta del iceberg. La gran deuda no está ahí.
El gran montante de la deuda de la CCC con las escuelas de formación está en los depósitos de garantía. Concretamente, les debe 1,33 millones que los centros aportaron en concepto de garantía, y que la organización no les ha devuelto, como consta en sus cuentas a 30 de abril de 2016.
De dónde salen estos 1,33 millones
La CCC tenía un convenio con todos sus centros colaboradores, que se adjunta en este enlace, según el cual, después de que hicieran el curso y la Confederació se lo pagara íntegramente, los centros tenían que retornar un porcentaje, que iba del 5% hasta el 25%, según han explicado fuentes conocedoras, como fondo de garantía.
El motivo de este pago era cubrirse las espaldas ante la posible detección de alguna irregularidad en la fase de inspección del curso, lo que podría suponer la devolución de una parte de los fondos. La CCC se comprometía a devolver el dinero en cuanto tuviera la liquidación definitiva y se agotaran las vías administrativas y judiciales, como se puede leer en este documento.
El pago se hacía de esta manera porque la patronal necesitaba poder demostrar a la administración, mediante facturas, que había pagado el 100% de la formación. Por ello primero abonaba el curso y luego exigía la devolución de un porcentaje. De esta manera, para la Fundación Tripartita y el Consorci per a la Formació Contínua de Catalunya, el curso consta como pagado.
Una práctica poco habitual
Algunos centros han explicado a Economía Digital estos métodos, aunque prefieren permanecer en el anonimato, y han reconocido que aunque había otras organizaciones que también lo hacían, no era muy habitual. Además, las que lo hacían devolvían el dinero en un plazo máximo de cinco años, pero la CCC debe dinero desde 2004.
Fuentes de los mismos centros han explicado que, cuando pedían a Miquel Àngel Fraile, ex secretario general de la Confederació, o Rosa Serrano, ex directora de Formación y esposa de Fraile, éstos tiraban balones fuera y se escudaban en que los expedientes de los cursos no estaban todavía resueltos, o estaban en sede judicial.
Desde la Fundación Tripartita y el Consorci per a la Formació Contínua explican que, cuando se liquida un curso, se aseguran de que éste se haya pagado al centro de formación, y que no les consta que las organizaciones obliguen a los centros a aportar un porcentaje.
Sin capacidad para devolverlos
Según la documentación a la que ha tenido acceso Economía Digital, la CCC debe unos 960.000 euros de cursos de la Fundación Tripartita, de ámbito estatal, desde 2004, y 370.000 euros por cursos de la Formació Contínua, de ámbito catalán, por cursos de 2008 a 2014. Sin embargo, desde el Consorci aseguran que los expedientes de 2008 y 2009 ya están archivados, por lo que, según el compromiso del contrato, ya se deberían haber devuelto.
Las fuentes de los centros han explicado que la CCC sí que devolvió los fondos de garantía de cursos previos a 2004, y los del Consorci entre 2005 y 2007, pero el resto está pendiente. Y no parece que la organización tenga capacidad para devolverlos. A 30 de abril de 2016, la Confederació tenía unos fondos propios negativos de 3,2 millones de euros y un patrimonio neto también negativo de 2,6 millones.