La banca compra (con cautela) los planes de OHL

Las entidades valoran los cambios aplicados con la nueva cúpula y negocian con predisposición la renovación de las líneas de avales, que terminan en marzo

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A los bancos les gusta la música que emana de los despachos de Obrascon Huarte Lain (OHL). La constructora de la familia Villar-Mir cambió a su cúpula en verano y los planes de la nueva dirección, encabezada por José Antonio Fernández Gallar, van en línea con lo pedido por los acreedores. Aparcados parecen los días en los que los inversores ponían en duda las cuentas de la empresa. Eso sí, la atención no se despega de la caja de la compañía.

Fuentes financieras explican a Economía Digital que OHL presentó hace unos días las líneas maestras del plan estratégico de los próximos años a las entidades. Al contrario de lo que ocurrió en diciembre, cuando los acreedores pidieron más información sobre la estrategia, esta vez sí se dieron por satisfechos en lo referente a la información recibida.

Desde una de las entidades señalan que la constructora “está en la dirección correcta” tomando las medidas de reestructuración y de control adecuadas, a su criterio. “Las perspectivas para 2019 están por encima de lo que esperábamos, pero creemos que pueden cumplirse”, añaden

En la presentación de los resultados de 2018 ante los analistas, Fernández Gallar desveló que las previsiones del conglomerado para el próximo ejercicio son las de lograr un ebitda de 45 millones de euros frente a los 449 millones negativos de este año. Además, para 2021 espera que el ebitda salte del 2% de la facturación, que en 2019 augura de 2.500 millones, al 4%. 

El primer asalto para medir la confianza de la banca es la renovación de una línea de crédito sindicada de 200 millones de euros para cubrir los avales, imprescindible para obtener nuevos contratos. La línea actual finaliza este mismo mes de marzo y el pool bancario formado por Banco SantanderCaixabankBankiaBanc SabadellSociété Générale y Credit Agricole ya estudia.

La banca tiene los ojos puestos en la quema de caja de OHL para definir su futura relación

«Todavía no hay ni condiciones ni plazos fijados», matizan fuentes financieras. No obstante, la firma debe producirse en las próximas semanas por lo que las entidades ya valoran la operación. «De no haber gustado el plan se hubiera vuelto a pedir más información», añadían. La paciencia, clave:  Â«Somos conscientes de que el resultado de los ajustes tardará todavía en verse –el objetivo es volver a beneficios en 2020–, pero no tendría sentido abandonar ahora a la compañía y dejarla sin la posibilidad de optar a nuevos proyectos», zanjan desde uno de los bancos implicados.

«Estamos trabajando con normalidad y nuestras relaciones con los bancos son totalmente fluidas», garantizaba hace días un portavoz de OHL «Estamos negociando con las entidades», se limitó a decir Fernández Gallar ante los analistas. Después admitió la necesidad de «ganar el apoyo de la banca para renovarlos».  

A pesar de la buena sintonía, los bancos no quitan el ojo de la caja de la compañía. «La evolución de la quema de caja en los próximos trimestres será clave para el futuro», admiten. Desde la constructora ya tenían la respuesta: “El objetivo es consolidar la tendencia positiva del último trimestre de 2018 –con ebitda positivo– y trasladar este resultado a la caja”, dijo el consejero delegado en el mismo acto.

«Se ha frenado de forma muy significativa el consumo de caja de los primeros nueve meses del año, podemos revertir la situación», prometió. La constructora inicia su año de «transición» después de haber recortado los costes hasta los 150 millones de euros frente a los 240 millones en los que cerró 2017. 

Los números de OHL en 2018

OHL perdió 1.529,8 millones de euros en 2018, una cifra que multiplica por 127 los números rojos del ejercicio anterior, que fueron de 12 millones de euros. La empresa también vio caer sus ingresos el 6,9% hasta los 2.954 millones de euros por culpa de la menor actividad en construcción, que facturó el 6,2% menos (2.496 millones) y el declive del negocio industrial, que cayó el 29% (189,9 millones), según las cuentas hechas públicas este jueves.

A OHL se le juntaron tres factores para obtener el peor resultado de su historia. El primero fue que el negocio no le va bien, como demuestra un ebitda negativo de 449, millones de euros; golpeado otra vez por el mal resultado de la división de construcción, con un resultado de explotación de -282,1 millones de euros.

El segundo de los motivos fue la revisión de los proyectos en cartera realizada por el actual equipo directivo. Según sus estimaciones, aproximadamente el 20% de los contratos de la cartera están en peligro, por lo que tuvo que devaluar muchos de sus activos.

La tercera justificación para los números rojos fue la venta del negocio de Concesiones al fondo de inversión IFM que, si bien redujo la deuda hasta una posición de tesorería de 347 millones, le obligó a contabilizarse unas pérdidas de 550 millones de euros por ajustes contables.

Carles Huguet

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