La AEFY destaca en su segundo encuentro anual los valores del yogur

Bajo el lema Descubrimos más sobre el yogur, la Asociación Española de Fabricantes de Yogur y Postres Lácteos Frescos (AEFY) organizó en Madrid su segundo encuentro anual, centrado en abordar de forma didáctica y científica los beneficios del yogur y cómo impacta este alimento milenario en el perfil nutricional.

El acto fue inaugurado por Antoni Bandrés, presidente de la AEFY, quien defendió con convicción los valores del yogur. Bandrés calificó como «mágico» todo lo bueno que hay alrededor del yogur: desde su excelencia natural y alta densidad nutricional, a su idoneidad para todos los consumidores tanto desde el punto de vista de la alimentación saludable como por su accesibilidad económica.

Pero Bandrés y la AEFY no se conforman con que el yogur sea un producto excelente por sí mismo. Por eso, asegura, las 13 mayores empresas del de yogur y postres lácteos del país cada día se plantean una cuestión: «¿es posible mejorar lo que ya es excelente?»

Una hoja de ruta para mejorar lo excelente

«Sí», responde Bandrés sin ninguna duda. Por eso la asociación tiene una hoja de ruta que, entre otras mejoras sobre la excelencia, tiene como propósito mejorar el valor nutricional del yogur comenzando por reducir progresivamente los azúcares añadidos. 

En la asegunda fase de su plan, el actual que abarca desde 2017 a 2020, los fabricante de yogur van a reducir entre un 5 y un 10% (según de qué producto se trate) los azúcares; una iniciativa, dice Bandrés, que cuenta con el respaldo de fabricantes, distribuidores y profesionales de la hostelería, «lo que demuestra el nivel de compromiso» de todas las partes implicadas.

LA AEFY también tiene el propósito de divulgar los valores de yogur con rigor a los consumidores y a la sociedad.

La ciencia respalda los beneficios del yogur

Para ello la asociacón invitó a dos reconocidos investigadores nutricionales: el Dr. Ramón Estruch, presidente del Consejo Científico de la Fundación Dieta Mediterránea y coordinador del estudio Predimed; y la Dra. Sara Castro, dietista-nutricionista e investigadora del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (Idibaps).

Si escuchar a Antoni Bandrés hablar del yogur con convicción y seriedad fue didáctico —y estimulante— todavía lo fue más ver la exactitud con la que la ciencia respalda sus argumentos a favor de los beneficios del yougur.

El Dr. Estruch expuso la metodología y los resultados de diversos estudios que confirman que el consumo del yogur se asocia a beneficios de salud de importancia y a la prevención de enfermedades crónicas, con un especial impacto en la reducción de las muertes por accidentes cardiovasculares, la primera causa de muerte en todo el mundo. Los beneficios del yogur se ven potenciados en combinación con la denominada dieta mediterránea, según diversos estudios liderados por el Dr. Estruch.

El Dr. Estruch destacó cuatro aspectos principales en la relación entre el yogur y la salud:

• El consumo regular de yogur es un «marcador» de mayor adherencia a una dieta saludable, y está muy vinculado con la dieta mediterránea.
• Los consumidores habituales de yogur tienen una menor mortalidad global y una menor incidencia de enfermedad cardiovascular. Tanto como entre un 30 y un 60% dependiendo del conjunto de la dieta y de la práctica de otros hábitos saludables — como hacer ejercicio.
• El consumo de 2 o 3 raciones al día de yogur (una ración son dos yogures, 125 gramos) se asocia con un menor riesgo de desarrollar diabetes de Tipo 2, una menor ganancia de peso corporal, menor perímetro de cintura y una menos incidencia de síndrome metabólico, entre otros.
• Los efectos protectores del yogur se atribuyen tanto a los cambios favorables en la microbioma (el ecosistema de bacterias y otros microorganismos) intestinal como a efectos saludables de sus principales componentes como el calcio, proteínas, péptidos vasoactivos y vitaminas.

El «alimento de los dioses»

Por su para la Dra. Castro expuso la interioridades del yogur destacando el valor de su composición nutricional, las proteínas, los lípidos (que favorecen la absorción de las vitaminas) y la ingente cantidad de minerales más allá del calcio, incluyendo el magnesio, el fósforo, el zinc, el yodo o el potasio; así com su riqueza probiótica.

La Dra. Castro animó a la audiencia a «reeducar el paladar» para que el yogur reemplace a los postres dulces y se incorpore habitualmente en la dieta, en cualquiera de sus posibles encarnaciones: desde yogur con canela a salsas (como la salsa griega) para verduras, carnes y ensaladas y hasta postres, en cremas y purés o en bollería casera como bizcochos. No por nada en la antigua India el yogur con miel se consideraba el «alimento de los dioses.»