Juicio DIA: Currás ignoró denuncias internas de irregularidades
A falta de horas para que declare Currás, la exdirectora de compras arroja más dudas sobre su papel en la compañía
A falta de horas para que en la mañana de este martes declare en la Audiencia Nacional el ex consejero delegado de DIA, Ricardo Currás, las últimas declaraciones en la fase de instrucción le vuelven a poner en un aprieto. Susana Pagés, la que fuera directora de compras de Red Libra —la central creada entre DIA y Eroski—, explicó este lunes que ella detectó prácticas irregulares en la cadena de supermercados y las puso en conocimiento sin respuesta de la empresa.
Fue lo que deslizó el pasado viernes y reiteró este lunes, cuando especificó que lo comunicó al responsable de recursos humanos. La novedad respecto a la declaración pasada es que matizó que su queja no fue enviada por el canal anónimo de denuncias internas que tiene habilitado la compañía, según explican fuentes judiciales a Economía Digital.
DIA dispone de un canal de denuncias —vía correo electrónico y vía dirección postal— a nivel corporativo y a nivel de cada jurisdicción en la que opera. La finalidad, según explica la compañía, es aclarar dudas de interpretación y analizar y resolver posibles incumplimientos de sus códigos internos.
En 2018, último año de la cadena de supermercados que se investiga en la Audiencia Nacional, la compañía recibió 93 denuncias por este canal: el 78% de los denunciantes eran empleados, el 10% eran franquiciados, el 3% proveedores y solo el 9% personas anónimas. De todas las denuncias resueltas, la gran mayoría (75%) fueron archivadas por falta de pruebas, según DIA.
Durante la intervención de Pagés, explican las mismas voces, se llegó a producir un enfrentamiento con el juez, quien le reprochó que no era posible que no se acordara de cuál fue su finiquito cuando salió de DIA (600.000 euros).
La intervención del lunes complementa la iniciada el viernes, cuando afirmó que en recursos humanos dieron acuse de recibo a sus denuncias y le comunicaron que Currás estaba al corriente de todo. En aquella intervención, Pagés contó al juez que DIA aumentó las tarifas que cobraba a determinados proveedores en un 15%, diciéndoles que compensarían ese aumento en 2018, según recogió Europa Press. Estos acuerdos comerciales con cada proveedor habrían servido así para inflar artificialmente los ingresos.
Comunicaciones borradas entre Currás y KPMG
La segunda novedad que llega desde la Audiencia Nacional es la pérdida del rastro de las comunicaciones entre Currás y el auditor KPMG. Así lo ha comunicado la cadena de supermercados, que ha especificado que borró todos los correos electrónicos del exdirectivo tres semanas después de que fuera cesado de su cargo «sin que existiera copia de seguridad», es decir, ahora no tiene acceso a esos registros.
Los representantes legales de DIA, según ha avanzado EFE, han trasladado al juez la «imposibilidad objetiva para aportar» las citadas comunicaciones. Todo el material fue «eliminado y borrado de los dispositivos electrónicos a disposición de Currás para el desarrollo de sus funciones».
Su explicación: «eliminó el usuario» de Currás el 16 de septiembre, lo que, de acuerdo con las condiciones de contratación de Google, las cuentas utilizadas por la compañía sólo pueden ser restauradas hasta 20 días después, período tras el cual «desaparecen definitivamente y no se pueden recuperar».
La respuesta de DIA llega tras la petición del juez de la Audiencia Alejandro Abascal para acceder a la documentación, tal y como pidió la Plataforma de Afectados de DIA, que agrupa a accionistas minoritarios de la firma y fue creada por el despacho de abogados Demandas Colectivas SL.
A la espera de Currás
Lo sucedido este lunes hace que se esperen con todavía más expectación las palabras de Currás, a quien se le señala de ser el máximo responsable de lo sucedido. Las prácticas que se investigan: previsión de ingresos no justificados, una incorrecta contabilización de la facturación derivada de cargos de proveedores de marca propia o la eliminación no justificada de facturas pendientes de recibir, entre otros.
Fuentes del caso esperan que el ex consejero delegado opte por dos posibles estrategias: responder solo a las preguntas de su abogado o ser más agresivo e implicar a KPMG si afirma que la consultora estaba al corriente de todo. Y es que la compañía fue exculpada en el informe forensic, pero su socio Carlos Peregrina García sí está imputado.
Las de esta semana son las declaraciones más decisivas para arrojar luz en el caso DIA, que todavía se encuentra en fase de instrucción. Las peticiones de cambios en el calendario por parte de los implicados, unida a la crisis del coronavirus, ha cambiado las fechas de comparecencia hasta el último día.
Ya han declarado de momento voces importantes como la de los peritos de EY. La consultora actuó de árbitro y señaló a Currás como máximo responsable porque, según concluyeron, omitió información trascendente cuando se le pidió.