Los inversores cumplen en Abengoa
Los inversores inyectan los 1.170 millones de euros prometidos en Abengoa, el colchón necesario para acometer las ampliaciones de capital que precisa el grupo
La dirección de Abengoa respira aliviada después de recibir el dinero que esperaban. Los inversores del grupo energético han inyectado el capital prometido dentro del acuerdo de reestructuración para salvar a la compañía del concurso de acreedores. Este nuevo dinero, en torno a 1.170 millones de euros –en los que se incluyen los importes refinanciados de préstamos recibidos en 2015 y 2016–, era condición indispensable para implementar el plan de viabilidad.
Este lunes, día en el que se han depositado dichos fondos, se considera la «fecha de inicio de los pasos de reestructuración», que comprende una ampliación de capital y una emisión de warrants (derivados) para incrementar los fondos propios de la sociedad, declara la compañía en un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Así, Abengoa ha procedido a ejecutar los aumentos de capital social que fueron aprobados por la Junta General de Accionistas celebrada el pasado 22 de noviembre por un importe nominal conjunto de 34,82 millones de euros. Dichas ampliaciones, destinadas a compensar los préstamos de los acreedores, implican la emisión y puesta en circulación de 1.577.943.825 acciones clase A y 16.316.369.510 acciones clase B, cuyo desembolso se llevará a cabo mediante la compensación de créditos y que Abengoa confía que sean admitidas a negociación en los próximos días.
Abengoa ampliará ahora capital para compensar los préstamos de los acreedores
Según lo acordado, la compañía unificará ambos tipos de títulos de conformidad con la ecuación de canje planteada, de manera que cada acción de clase B dará derecho a una acción nueva y por cada 1.000 acciones de clase A se recibirán 1.915 de los nuevos títulos. Además, la ingeniería ha otorgado la escritura de emisión en virtud de la cual se han emitido 83.049.675 warrants sobre acciones clase A y 858.756.290 sobre acciones clase B.
Estas operaciones darán lugar a una nueva estructura societaria, en la que los actuales accionistas verán diluida su participación al 5%, mientras que los acreedores y nuevos financiadores se quedarán con el 95% restante. La presencia de los Benjumea y otros familias históricas de la compañía se quedará en alrededor del 1,5%.
Una larga travesía
En noviembre de 2015, Abengoa anunció que solicitaría el preconcurso de acreedores después de que Gestamp renunciara a entrar en su capital y para ganar tiempo para continuar negociando con sus acreedores un acuerdo que garantizara la viabilidad financiera de la compañía, que presentaba una elevada deuda y falta de liquidez. La firma, que durante este tiempo ha perdido más de 9.000 trabajadores, se salvó de la que habría sido la mayor quiebra de España después de lograr un acuerdo de reestructuración, que recibió el visto bueno de los accionistas el pasado 22 de noviembre y que, a fecha de febrero, contaba con la adhesión de acreedores que concentraban casi el 94% de la deuda.
El grupo de ingeniería y energía registró el año pasado unas pérdidas de 7.629 millones de euros, seis veces más que en 2015, por el deterioro de algunos activos, la ralentización del negocio y los mayores gastos financieros.