Indra negocia la compra de ITP con Rolls Royce
La compañía española quiere hacerse con “una participación de control” en el fabricante de motores de aviones. Juntos facturarían casi 4.000 millones
Indra negocia con la británica Rolls-Royce con tal de adquirir su filial española Industria de Turbo Propulsores (ITP Aero). Centrada en la fabricación de motores y componentes aeronáuticos, la compañía vasca fue valorada en 2017 en 1.300 millones después de cerrar el ejercicio 2018 con unas ventas de 880 millones de euros. Así, la cotizada española pasaría a alcanzar una facturación de 4.000 millones de euros.
Indra explicó este viernes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que todavía no ha adoptado ninguna decisión ni puede confirmar que las conversaciones vayan a conducir a la compra de una empresa que tiene una actividad totalmente complementaria a la suya. «Dispararía el potencial de crecimiento y mejoraría su mix de negocio al equilibrarse el negocio de transporte y defensa con el de tecnologías de la información», analizan fuentes del mercado.
Las mismas voces aseguran que, de materializarse la operación, Indra -de la que la SEPI aún controla el 19% y tiene a dos representantes en su Consejo de Administración- se haría con una empresa que trabaja con proyectos estratégicos en el área de defensa y que supondría un importante impulso para el área de transporte y defensa del grupo tecnológico.
La división aportó el año pasado una facturación de 1.188 millones de euros, lo que supone casi el 40% de los 3.104 millones de euros ingresados en conjunto por Indra, que está más volcada en su división de tecnologías de la información.
Indra diversifica la cartera
Además, implicaría reducir de forma significativa el peso público en la cartera de clientes, «También le daría una mayor facilidad de acceso a mayores contratos de programas de defensa europeos, como el futuro avión de combate europeo FCAS«, zanjan.
Rolls-Royce también emitió un comunicado en el que confirma que Indra le ha notificado su interés preliminar por hacerse con una participación mayoritaria de ITP Aero, aunque la operación estaría sujeta a una serie de condiciones y todavía no se puede dar por segura. Añade que ITP Aero es un socio clave para la compañía, por lo que tiene intención de mantener una relación a largo plazo con la empresa vasca a través de su división aeroespacial civil y de defensa.
Fundanda en 1989, ITP Aero está controlada al 100% por Rolls-Royce desde finales de 2017, cuando materializó la compra del 53,12% que no poseía a la empresa vasca Sener, propiedad de la familia Sendagorta, por 720 millones de euros, tras recibir el visto bueno de las autoridades.
Aquella operación supuso valorar a ITP -una compañía que tiene 3.800 empleados y centros productivos en España, Gran Bretaña, Malta, India y México- en cerca de 1.360 millones de euros, con lo que la compra por parte de Indra de todo su capital podría rondar esa cifra.
Con independencia de las cifras, Indra puede ver esta operación como una oportunidad para entrar en un mercado, el de las turbinas de baja presión para motores de aviones, dominado a nivel internacional sólo por dos empresas, una de ellas ITP, y que tiene un alto potencial de crecimiento.