Iberia y Ryanair avivan la guerra de huelgas en el final del verano

La oleada de huelgas anunciada para el final del verano vaticina una operación retorno complicada para los viajeros. Los trabajadores de aeropuertos, trenes y aerolíneas han sido convocados por los sindicatos para protestar por sus condiciones laborales y por los previsibles recortes de plantilla en compañías como Ryanair. El impacto de estos paros tendrá consecuencias para los que vuelvan de sus vacaciones en uno de los periodos del año con más afluencia en empresas como Iberia, Renfe y Ryanair, las tres compañías en las que sus empleados han sido llamados a la huelga en la recta final del verano.  

Este miércoles, los sindicatos han anunciado que los tripulantes de cabina de Ryanair irán a la huelga 10 días en septiembre tras fracasar la mediación con la aerolínea y que el personal de tierra de Iberia también hará paros en el aerupuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas los días 30 y 31 de agosto. 

Las huelgas que coincidirán con la vuelta de vacaciones arrancan el 30 de agosto, aunque desde el 24 los viajeros que anticipen la operación retorno ya notarán algunos paros. Por ejemplo, los trabajadores del control de pasaportes del Aeropuerto de Palma inician una huelga indefinida el sábado 24 de agosto, al igual que lo hará el personal de tierra de Iberia en el Aeropuerto de Barcelona-El Prat. 

Iberia: huelgas en el El Prat y en Barajas

Los aeropuertos serán los puntos más calientes de la operación retorno, tanto por las huelgas del peronal de tierra, como por los paros en aerolíneas. Este miércoles, el sindicato UGT ha convocado una huelga en el aeropuerto de Adolfo Suárez Madrid-Barajas para el personal de tierra de Iberia los días 30 y 31 de agosto en horario de 24 horas, que coincide con las ya convocadas para el Aeropuerto de Barcelona-El Prat, aunque en Cataluña se iniciarán los días 24 y 25 de agosto y continuarán el 30 y 31. 

El sindicato ha justificado la convocatoria de los paros en la necesidad de un nuevo plan de empleo «que termine con la perpetua eventualidad» y que pueda transformar contratos de tiempo parcial a tiempo completo.

Iberia ha explicado a través de un comunicado que la compañía sigue abierta al diálogo y a la negociación «hasta el último minuto» y hará todo lo posible para que esta huelga no llegue a producirse. No obstante, en el caso de que no pueda evitarse, la aerolínea ha asegurado que «se volcará» para minimizar el impacto en sus viajes. 

Renfe: huelgas el 30 de agosto y el 1 de septiembre

También los viajeros de tren tendrán algunos problemas. Las cuatro huelgas parciales (de 12:00 a 16:00 y de 20:00 a 24:00) convocadas por el sindicato CGT en Renfe para pedir un aumento de la plantilla culminan los días 30 de agosto y 1 de septiembre. La operadora ha cancelado más de un centenar de trenes cada día y la mayoría de los afectados han sido recolocados en otro horario. Los trabajadores reclaman, entre otras cuestiones, un aumento de las tasas de reposición en la plantilla de la operadora. 

Durante el puente de agosto también se produjeron paros, sin embargo la huelga no produjo alteración alguna en las estaciones españolas, además de tener un seguimiento «escaso» por los trabajadores. Tanto Renfe como el sindicato convocante (CGT) coincidieron en su diagnóstico de «normalidad» en las estaciones, con inapreciables retrasos o perjuicios para los viajeros.

Ryanair: paros de diez días en septiembre

Ryanair parece no revertir sus errores del pasado. Tras un 2018 sumido en huelgas, sus trabajadores se vuelven a quejar de las condiciones laborales, a lo que este año se une las amenazas de la compañía de cerrar bases y despedir trabajadores. 

Los tripulantes de cabina de pasajeros de Ryanair en España irán a la huelga los días 1, 2, 6, 8, 13, 15, 20, 22, 27 y 29 de septiembre tras fracasar la reunión de mediación entre los sindicatos y la dirección de la aerolínea convocada este martes. 

Los representantes de USO y Sitcpla, los sindicatos que han convocado la huelga, han explicado que esta decisión de mantener los paros se debe a que la aerolínea se ha negado durante la reunión de este miércoles «a aportar datos sobre el cierre de bases o el número de afectados».

La huelga está convocada como medida de presión para impedir el cierre de las bases que la aerolínea de bajo coste tiene en Gran Canaria, Tenerife Sur y Gerona. Los sindicatos calculan que el número de afectados por estos cierres alcanzaría a 350 personas en el caso de los tripulantes de cabina y a 200 pilotos.