Iberia cierra temporalmente la base de Barcelona por el coronavirus

Tras ver como el tráfico se desplomaba por encima del 99% en el mes de abril, el Aeropuerto de Barcelona-El Prat recibirá otro golpe por el coronavirus en las próximas semanas. Ante la caída en picado de la demanda y la imposibilidad de operar por las restricciones aéreas, Iberia ha decidido cerrar la base de corto y medio radio que mantenía en la capital catalana desde 2015 y que daba servicio, esencialmente, al puente aéreo entre Barcelona y Madrid.

“Iberia está haciendo todo lo posible para corregir su tamaño», dijo este lunes Willie Walsh, consejero delegado de International Airlines Group (IAG) –el grupo que también engloba a British Airways y Vueling–. Más allá del expediente de regulación de empleo (ERTE) para 14.000 personas presentado en marzo, la compañía ha tomado la decisión de suspender la base en la que tenía a alrededor de 70 personas entre pilotos y tripulantes de cabina.

Según explican fuentes internas a Economía Digital y confirma la propia aerolínea, el cierre de la base se producirá de forma progresiva entre mayo y junio. A partir de entonces, los trabajadores que tengan vuelos programados deberán volver a la base de Madrid o simplemente no se les programarán nuevos despegues. Las mismas voces añaden que, aunque el cierre tiene carácter definitivo, la propia compañía no descarta reabrir la base en un futuro, todavía por concretar, dependiendo de como se recupere el sector de la pandemia.

La marcha no implicará despidos ni afectará de ningún modo a Level, la filial de largo radio low-cost que opera con personal de Iberia. Formalmente, el adiós es una no renovación, pues cuando se inauguró, en 2015, se firmó con una vigencia inicial de cinco años.

Iberia abrió su base en 2015 para operar las primeras y las últimas frecuencias del puente aéreo

Desde la empresa alegan que la decisión se toma «exclusivamente» por el efecto de la Covid-19, pues apenas opera tres vuelos entre Barcelona y Madrid a la semana y la plantilla destinada a la carecía de cualquier tipo de actividad. Además, insisten fervorosamente de que se trata de una medida «temporal». La compañía presidida por Luis Gallego encuentra así una manera de ganar eficiencia con el 94% de su operativa habitual en tierra.  

La base barcelonesa se abrió en 2015 con una disposición inicial de 26 pilotos y 31 tripulantes de cabina, que se acogieron voluntariamente a la mudanza al residir en su mayoría en Barcelona. La misión principal era la de realizar los primeros vuelos del día de Barcelona a Madrid y los últimos de la jornada en dirección contraria. Con ella, la aerolínea recortaba gastos de alojamiento y transporte y favorecía la conciliación de los empleados.

La apertura se realizó en un momento en el que la compañía diseñaba un plan para tratar de volver a rentabilizar el puente aéreo, que sufrió la presión del AVE. Sin embargo, el destacamiento no implicó que la organización basara aviones en el aeropuerto de El Prat.

Iberia prepara nuevos ajustes laborales

En mayo y abril, IAG reducirá sus costes desde los 440 millones de euros semanales hasta los 200 millones. Y más allá de ajustes laborales, el ahorro también procederá de decisiones estructurales.

A pesar de que el Gobierno alargó la vigencia de los ERTEs por causa de fuerza mayor hasta el 30 de junio, Iberia sabe que necesitará nuevos recortes laborales para ser sostenible. Aunque no se refirió concretamente a un expediente de regulación de empleo (ERE) en ningún momento, Gallego, que será nombrado consejero delegado de IAG en septiembre, explicó en la presentación de resultados del primer trimestre que la aerolínea puede sufrir «ajustes de plantilla» en el futuro. “La reestructuración va a ser necesaria de forma transversal”, detalló.

En su haber, la antigua compañía de bandera española tiene otras medidas de flexibilidad que podrían evitar el ERE, como la presentación de ERTEs por causas productivas, pero las salidas llegarán. «Una vez acabe el ERTE que tenemos en marcha habrá que empezar negociaciones con los sindicatos para mantener la viabilidad de la compañía», avisó. Y remató: “Lógicamente vamos a tener un exceso de plantilla”.

Mientras, la aerolínea aseguró su liquidez con un préstamo de 750 millones avalado en un 70% por el Instituto de Crédito Oficial (ICO).