Iberdrola explica con sus resultados por qué se pelea con Enel por Brasil
La actividad en Brasil a través de la división de redes impulsa el resultado de Iberdrola, que ganó 838 millones en el primer trimestre del año
El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán. EFE
Los resultados del primer trimestre de Iberdrola justifican la pugna que mantiene con Enel por Electropaulo, la primera comercializadora de Brasil. El país carioca ha impulsado unos resultados marcados por una mejora generalizada en todas las áreas de negocio de la compañía, que ha ganado 838 millones de euros, el 1,2% más que en el mismo periodo del año anterior, según ha indicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) .
Brasil ha sido uno de los enclaves que ha mejorado el negocio de redes de la eléctrica vasca, que representa más de la mitad de su volumen de negocio. Este segmento registró un aumento del 17,5% gracias a la consolidación de Neoenergía, filial brasileña desde la que prepara el asalto a Electropaulo.
De conseguirlo, la eléctrica vasca conseguiría un gigante en el país. Electropaulo representa en Neoenergía un «encaje estratégico» que se traduciría en 20,8 millones puntos de suministro, 50 millones de población abastecida y 650.000 km de líneas de distribución, según figura en la documentación presentada ante el regulador.
Renovables y comercialización
El resultado de la compañía presidida por Ignacio Sánchez Galán ha estado marcado, en líneas generales, por una mejora del ebitda, que se ha fijado en 2.300 millones de euros, un 24% más que el mismo periodo del año anterior.
Ha sido gracias, además, a sus otras dos divisiones. La primera ha sido la generación y comercialización de energía, con un crecimiento del 51,6%, gracias a «una mayor producción y mejores precios».
La otra pata de negocio es la división de renovables, en la que creció a doble dígito, el 13,9%, principalmente por su actividad en Alemania, el Reino Unido y España.
En medio de otra guerra: Siemens Gamesa
Los tres primeros meses del año en Iberdrola también han estado marcados por la pugna que la eléctrica mantiene con Siemens en Gamesa, donde mantiene una diferencia de criterios en la gestión de la compañía de la que ambos son accionistas (Siemens con un 59% e Iberdrola con un 8%).
El momento de mayor crispación fue durante la junta general de accionistas de Siemens Gamesa, donde las iniciativas de Iberdrola –la ratificación del mantenimiento de la sede del grupo en España y un refuerzo al gobierno corporativo de la sociedad para vigilar las operaciones vinculadas– fueron tumbadas.
