Los gurús de la economía colaborativa tributan juntos 100.000€
Blablacar, Airbnb y Uber pagaron entre las tres 100.000 euros a Hacienda en Impuesto de Sociedades el pasado año
Los creadores de la economía colaborativa acumulan millones de usuarios cada año a golpe de clic. Pero ni los viajes compartidos en Blablacar, ni los realizados con los chóferes de Uber, ni tampoco las noches de alquiler en Airbnb pasan por la ventanilla de Hacienda. Las últimas cuentas de resultados de 2016 disponibles en el Registro Mercantil reflejan cómo estas tres empresas pagaron conjuntamente poco más de 100.000 euros en impuesto de sociedades: 18.000 euros Blablacar, 55.211 Airbnb y 28.000 Uber.
La fórmula es cada vez más popular. Las matrices facturan la actividad real generada en España en países extranjeros donde no tienen, a priori, su sede de operaciones, pero sí una menor presión fiscal. Así, Blablacar, Airbnb y Uber –al igual que tecnológicas como Amazon, Netflix o Spotify– anotan viajes y alquileres en las cuentas en sus sociedades de Francia, Irlanda y Holanda, respectivamente, mientras que en España solo lo hacen los servicios de marketing y publicidad.
Blablacar: 3,5M de usuarios y 60.000 euros de beneficios
Blablacar es la más fiel a sus orígenes. La compañía fundada por Frédéric Mazzella declaró en España 1,2 millones de euros de importe neto de cifra de negocio a través de su filial Comuto Iberia. Cantidad que quedó reducida a un saldo positivo de 60.700 euros de beneficio. Sin embargo, los viajes que a diario realizan los 3,5 millones de usuarios que la plataforma tiene en España abonaron el importe de su trayecto en el país vecino a través de la sociedad gala Comato S.A.
La cifra que la francesa genera en España se puede aproximar si se toman como referencia los 12.747 viajes anunciados en una semana (1.821 al día) únicamente en las diez rutas más frecuentes. Tras anotar la comisión media a los acompañantes (3’5 euros) en un viaje de dos plazas y con un precio mínimo de 17,25 euros, Blablacar ingresaría siete millones de euros en un año.
Blablacar alega que la legislación francesa le exime de presentar sus cuentas consolidadas
Blablacar afirma que no revela los resultados de su matriz porque la legislación en Francia no obliga a hacerlos públicos, al mismo tiempo que reconocen la envergadura de la comunidad. “Blablacar ha registrado un crecimiento exponencial, llegando en la actualidad a los 50 millones de usuarios en 22 países”, afirman.
Airbnb: 2,9M de facturación en plena burbuja del alquiler
Lo mismo sucede con Airbnb, que prefiere Irlanda. La plataforma líder en alquiler habitacional tenía al cierre del pasado año más de 180.000 viviendas anunciadas en España y hasta 5,4 millones de huéspedes registrados, pero declaró en España una facturación de 2,9 millones de euros y un beneficio de 136.700 euros.
Y es que a pesar de que Airbnb Marketing Services tiene su sede en Barcelona –ciudad en la que generó un impacto económico de 740 millones en 2015, según la plataforma–, las comisiones generadas por el negocio de alquiler a anfitriones y huéspedes se anotan en las cuentas Airbnb Ireland UC.
En 2015, Airbnb generó 740 millones de euros en Barcelona
Los resultados globales también son una incógnita. La memoria de la cuenta de resultados de Airbnb Marketing Services explica que “la sociedad forma parte de un grupo, cuya entidad dominante es la Sociedad irlandesa Airbnb Holding LLC y de acuerdo con el contenido del artículo 42 del Código de Comercio, no está obligada a formular cuentas anuales consolidadas”.
De nuevo, quedan las proyecciones. Si todas las habitaciones anunciadas se alquilaron a un precio medio de 50 euros la noche, y esa misma operación se repitió un mínimo de 5 veces, el negocio de alquiler de habitaciones habría generado 450 millones de euros en 2016. Calculados los porcentajes mínimos que se retiene a quienes ofrecen habitación (3%) y a los que duermen en ella (5%-15%), la firma amasaría en España un negocio bruto de 36 millones de euros; 13,5 millones deducidos en comisiones a anfitriones a los que se sumarían 22,5 de los huéspedes.
Uber: 1,4M de facturación en un limbo de licencias VTC
Y queda Uber, que se decanta por Holanda. Uber Systems Spain SL reflejó ingresos por valor de 1,4 millones de euros en España, mientras que sus beneficios quedaron en 83.000 euros. En cambio, fue la sociedad que consolida resultados, Uber International Holding B.V., la que registró los viajes de los chóferes con licencia VTC. Esta sociedad está integrada en el grupo de empresas que encabeza Uber Technologies Inc., con domicilio social en San Francisco.
La estrategia fiscal calca a la de Blablacar y Airbnb, pero se diferencia precisamente de la de su principal competidor: Cabify. La enseña internacional de redes de transporte, con sede en Delaware, sí factura en España sus servicios de «arrendamiento de vehículos con conductor» y los de «prestación de servicios de transporte público discrecional de viajeros», según aparece en el Registro Mercantil.
Cabify sí factura sus servicios de transporte en España
Calcular la facturación del negocio de Uber en España es más complicado. Por un lado, el número de licencias VTC repartidas por toda la geografía depende de ayuntamientos y comunidades autónomas, mientras que desde la firma no facilitan ni el dato de número de usuarios, ni tampoco el de operaciones cerradas durante un ejercicio. Además, Uber ha abierto ya otras líneas de negocio, como UberEats.
Hacienda sigue el rastro
Pero, ¿se pueden desviar los ingresos a terceros países? Desde Gestha, sindicato mayoritario de la Agencia Tributaria (AEAT) reniegan de esta práctica. De hecho, insisten en que “estas empresas son las que están en el punto de mira” del fisco, al igual que los usuarios que la utilizan. En tanto, reconocen que las inspecciones de Hacienda» llegan pasados los tres o cuatro años” del inicio de actividad.
En paralelo, la legislación en Europa sigue sin tapar este agujero. Desde 2016, la OCDE recetó las medidas necesarias en pro de una mayor «armonía fiscal», pero “las tecnológicas siempre van un paso por delante”, explica Basilio Ramírez, doctor en economía y asesor tributario internacional.
Hacienda tiene en el punto de mira a las ‘apps’ de la economía colaborativa
Ramírez desgrana los motivos por los que algunas empresas se abrazan a una jurisdicción u otra. “Si bien es cierto que Holanda sirve de plataforma para fijar empresas que luego son puentes con otras sociedades en paraísos fiscales, la tributación en Irlanda se caracteriza únicamente por su baja presión fiscal”, explica. Francia, en cambio, no juega en esa división, sino que tiene uno de los tipos más altos de Europa. El gravamen de sociedades del país vecino es del 38%, superior al tipo medio fijado en España (25%).
Hasta el momento, los líos de la economía colaborativa han sido otros. Blablacar se enfrentó a Confebús después de ser acusada de competencia desleal, Uber frenó cuando el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad de Madrid (TSJCM) paralizó 80 licencias VTC por su conflicto con el sector del taxi, y la cruzada del Ayuntamiento de Barcelona contra Airbnb por los apartamentos que incumplen la ley de vivienda sigue latente.