El Gobierno hace el vacío a Atlantia
La empresa italiana Atlantia ha pedido reuniones de alto nivel con el Gobierno, contrario a la opa sobre Abertis, pero no ha recibido respuesta
Atlantia está focalizando sus esfuerzos en preparar el folleto de la opa sobre Abertis, que tiene que presentar antes del día 15. Paralelamente, abrió contactos con el Gobierno para explicarle la oferta y las consecuencias que tendrá para la empresa y la economía española, pero ha desistido. Tras las declaraciones de varios ministros, poniendo peros a la operación, y la falta de respuesta desde Madrid, el grupo italiano ha entendido que el ejecutivo de Rajoy no necesita explicaciones.
Lo normal en estos procesos, en los que una compañía extranjera compra una local que gestiona servicios públicos, es que haya un contacto permanente entre las partes, sobre todo entre la compradora y la administración. En este caso, estos contactos no están existiendo, según explicaron varias fuentes, porque el Gobierno, que se ha mostrado hostil con la operación, no ha tenido interés en ello.
Atlantia presentó una opa por 16,50 euros por acción sobre Abertis, valorada por el mercado como algo baja, aunque los fondos que controlan más del 20% del accionariado de Abertis podrían aceptarla, como admitió su propio presidente, Salvador Alemany. Mientras La Caixa, primer accionista de la concesionaria española, deshoja la margarita, varios ministros del Gobierno empezaron a moverse con mensajes que evidenciaban que la operación no les gustaba.
Con el recuerdo de la venta de Endesa a la italiana Enel, todavía criticada ahora por el PP, y el ministro Álvaro Nadal criticando públicamente a la energética participada por el gobierno italiano, el ejecutivo de Rajoy se ha propuesto que esto no vuelva a pasar. Pese a que sabe que no deja de ser una operación privada, afecta al interés general, y esto es lo que se ha dedicado a subrayar.
El Gobierno no responde las llamadas de Atlantia mientras busca evitar otro caso Endesa-Enel
Ante este escenario hostil, Atlantia movió ficha y pidió un encuentro con el Gobierno. Según fuentes de la compañía italiana, el objetivo era detallar los términos de la oferta y tranquilizar al Gobierno sobre el futuro de Abertis. La compañía controlada por la familia Benetton subraya que Abertis se mantendrá como empresa cotizada, con personalidad jurídica y con la sede en Barcelona.
No obstante, los ministerios de Economía y de Fomento no han respondido, por lo que el grupo italiano se da por enterado. Pese a que Atlantia “se muestra totalmente abierta” a tener dichos contactos, ahora considera que el balón ya no está en su tejado. Sobre si podría haberlos en el futuro –más allá de los obligados, por la participación de Abertis en Hispasat–, no están agendados.
Fuentes del Ministerio de Fomento aseguraron no haber recibido contactos de Atlantia. El ministro Íñigo de la Serna ha sido el más contundente al defender “el interés general” en la opa sobre Abertis. Desde Economía ni confirman ni desmienten contactos y remiten a las palabras de Luis De Guindos cuando, desde Sitges, admitió que poco puede hacer el Gobierno para parar una operación que no comporta problemas de competencia en España –otra cosa es en Chile, donde Abertis y Atlantia son los dos mayores operadores de autopistas–.
El único escollo es Hispasat, empresa de satélites controlada por Abertis pero participada por el Gobierno y que se considera estratégica. Sin embargo, la compañía italiana tiene fácil su solución: ya ha planteado venderla, puesto que es un activo que no le interesa.
Atlantia mira a los accionistas de Abertis
Mientras el diálogo con Rajoy es nulo, Atlantia centrará sus esfuerzos en convencer a los accionistas. Los fondos de inversión de Abertis –principalmente Capital Group, Lazard y Blackrock– podrían vender pese a que el precio de 16,50 euros por acción no suponga una gran prima. Los fondos se mueven por otras lógicas, y los tres saldrían con buenas plusvalías.
No obstante, desde Atlantia aseguran que hasta que no se acepte el folleto de la opa no iniciará los contactos con los accionistas. Además, el que más importa es La Caixa. No sólo porque es el que tiene el control de Abertis, con el 22,25%, sino porque, mientras sea posible, la compañía italiana quiere mantener el carácter amistoso de la opa y, sobre todo, porque es probable que muchos accionistas sigan a Fainé y, si pide más dinero, esperen con él una mejora de la oferta.