Gay de Montellà reclama a Puigdemont que negocie con el Gobierno español
La patronal, muy crítica con el proceso soberanista, advierte de que se debe garantizar la seguridad jurídica
La patronal Foment no se decantaba por ningún escenario, porque todos los posibles, en las actuales circunstancias, le parecían muy complicados. Pero hubiera preferido, tras tres meses de duras negociaciones entre Junts pel Sí y la CUP, unas nuevas elecciones para dejar atrás la voluntad de mantener esa hoja de ruta soberanista que pretende romper con España. Por ello, aunque se felicita la votación de la investidura de Carles Puigdemunt, el sabor es agridulde.
La Junta de Foment, que se reunió este lunes, reclama con contundencia que el nuevo Ejecutivo catalán apueste por el diálogo y sea consciente de la realidad. Pide, así, una gestión que «convendría que se sustentara en el diálogo, la negociación y el pacto con los múltiples sectores de la sociedad catalana y con el Gobierno del Estado».
Pese a esa advertencia, que fija una posición muy nítida, la patronal que preside Joaquim Gay de Montellà, valora «el perfil de político ilustrado del presidente Puigdemont y su capacidad contrastada en la gestión de los asuntos públicos».
Seguridad jurídica
Foment insiste, en un comunicado, tras la reunión de la Junta, que lo más urgente es preparar unos nuevos presupuestos para salir de la transitoriedad actual, y que «es imprescindible que el nuevo Gobierno garantice la seguridad jurídica de sus actuaciones», en una clara alusión a los planes de Junts pel Sí y de Esquerra Republicana para intensificar la hoja de ruta soberanista, que tiene dos primeros planes sobre la mesa: la elaboración de la ley para crear la Sociedad Catalana de Seguridad Social, y la Hacienda propia.
Com ocurrió tras las elecciones del 27 de septiembre, Foment insiste en que el Govern debe buscar todas las oportunidades de Cataluña, para que su economía se transforme en una de las más dinámicas del sur de Europa, y que eso pasa por una apuesta concluyente por diferentes medidas, como «una fiscalidad más competititva, y un marco regulador seguro y estable».