Gas Natural negocia con Colombia recuperar Electricaribe
El gobierno colombiano no encuentra comprador para Electricaribe y ofrece a Gas Natural que la recupere. La compañÃa española pone condiciones
Nuevo giro en el caso Electricaribe. Hace 14 meses que el gobierno colombiano de Juan Manuel Santos intervino la eléctrica, propiedad de Gas Natural. En marzo, la nacionalizó definitivamente, dando lugar a un conflicto internacional que se librará en las Naciones Unidas. Pero podría no hacer falta. Por sorpresa, ambas partes han iniciado conversaciones para una posible devolución de Electricaribe a la energética española.
Tras más de un año gestionando la compañía, el ejecutivo colombiano ha llegado a la conclusión de que no es un buen negocio. Han llegado a la misma conclusión las empresas colombianas del sector. Después de la nacionalización, el gobierno de Santos aseguró que la vendería a eléctricas locales, pero nunca más se supo acerca del posible interés de ninguna empresa, filtrado por los hombres de Santos.
Miembros del gobierno colombiano contactan con directivos de Gas Natural en Latinoamérica para devolver Electricaribe
Así se entiende que, en las últimas semanas, tras declarar concluida la misión pública en Electricaribe –multiplicando las pérdidas, por cierto–, altos funcionarios del gobierno se hayan puesto en contacto con los directivos de Isidro Fainé en Latinaomérica –en Colombia, a Gas Natural ya no le queda nada– para plantear la devolución de la compañía.
No es una tarea fácil. Por una lado, las relaciones entre ambas partes no son precisamente fluidas. Por el otro, no se dan las condiciones a nivel de negocio para que Gas Natural acepte el trato. Por si esto no fuera suficiente, Santos afronta unas elecciones esta primavera que se le presentan difíciles. Y la intervención de Electricaribe tiene mucho de política.
El negocio y la política chocan en Electricaribe
Gas Natural no está por la labor de recuperar la eléctrica colombiana en las condiciones actuales. Es decir, con los problemas de la alta morosidad y el fraude, que impiden su viabilidad, sin resolver. Es lo primero que ha pedido la compañía española, pues es lo mismo que lleva años reclamando: un marco de estabilidad y seguridad jurídica. Mientras Colombia no ponga coto a la morosidad y persiga el fraude, el acuerdo es casi imposible.
Después está la política. Pese a los movimientos de los altos funcionarios de Santos, parece difícil que el presidente devuelva Electricaribe antes de las elecciones. La intervención se escenificó como un ejercicio de soberanía nacional ante una multinacional, por lo que devolverla ahora se giraría en su contra: aplicando la misma lógica populista, sería una muestra de debilidad. Tras las elecciones, ya será otra cosa, en función de quien gane.
En paralelo a estas negociaciones, el caso está en el Uncitral, el organismo de la ONU que arbitra en conflictos entre multinacionales y naciones. Gas Natural reclamará unos 1.000 millones de dólares, aunque el caso ni siquiera se ha empezado a tratar, pendiente de que ambas partes nombren a sus representantes y un árbitro. Será un camino largo que todos quieren evitar, pero no a cualquier precio.