Fridman busca aliados en DIA para renegociar la deuda con la banca
Mikhail Fridman, principal accionista de DIA, propone al consejo de la cadena de supermercados sumarse a las negociaciones con la banca acreedora
Letterone, primer accionista de DIA con un 29% del capital y brazo inversor del magnate ruso Mikhail Fridman ha propuesto al consejo de la empresa ir de la mano y sumarse a las negociaciones que la empresa mantiene con la banca acreedora.
Aunque en el mercado se da por hecho que la firma acabará planteando la necesidad de una quita de la deuda, LetterOne reclama una extensión de los vencimientos de la misma para poder llevar a cabo su plan de transformación para DIA, según publica El Economista.
Los acreedores accedieron en diciembre a refinanciar hasta 895 millones de los 1.400 en pasivo financiero de la cadena de supermercados. Lo hacen hasta marzo de 2019 y de acuerdo a determinadas condiciones como ampliar capital antes de marzo de 2019.
De hecho, la banca se divide ante Fridman y el consejo de DIA. Las 12 entidades limitan la liquidez al grupo y le ponen más restricciones, barajando incluso llevar a cabo una capitalización de deuda por el recelo ante los planes del dueño de Letterone.
La banca acreedora se divide entre el plan de Fridman y el del consejo de DIA
Letterone, ha anunciado que pretende lanzar una opa sobre el 71% del capital que no posee. El consejo de DIA abrió la puerta a negociar con Letterone el pasado jueves, un día después de que el accionista anunciara una posible oferta que implicaría una ampliación de capital de 500 millones de euros.
Así, varias de las entidades son partidarias del plan de Fridman -que incluye inyectar después 500 millones de euros de su bolsillo- pero con unas líneas rojas claras como que no haya quitas, y otras abogan por una capitalización de deuda.
Mientras que para Letterone trabajan PJT Partners y Goldman Sachs, DIA cuenta con los servicios de Rothschild y Houlihan Lokey.
Pérdidas millonarias
El 2018 fue complicado para DIA que ha renovado su cúpula directiva, ha sido expulsada del IBEX 35, sus acciones cayeron por debajo del euro y varias agencias de calificación han hundido su rating en el bono basura. Todo comenzó cuando tuvo que rectificar sus cuentas.
Además, la cadena de supermercados perdió 352 millones de euros en 2018 y sus ventas cayeron el 11,3%. Así, se situaron en los 7.288,8 millones de euros, frente a las cifras de 2017, cuando llegó a los 8.217,6 millones. Además, tras conocerse sus cuentas, la empresa anunció que iba a despedir a 2.100 empleados.
En su nuevo plan estratégico la cadena de supermercados ha apostado por una bajada de precio en sus productos de marca blanca en España, con la que pretende recuperar cuota de mercado después de un 2018 de fuertes caídas en ventas.