Freixenet, “preocupado” y “ocupado” por el proceso soberanista
El grupo prevé cerrar el año con una facturación de más de 500 millones de euros
El sector del cava ha sido una de las actividades que ha mirado con más recelo el proceso nacionalista del President Artur Mas (CiU). Ya vivió en carnes propias un boicot a su producto en 2004 a raíz de unas declaraciones del entonces líder de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, y temen que la historia se repita. A Freixenet, la posible independencia de Catalunya les “preocupa” y “ocupa”, en palabras de su director de comunicación, Pere Bonet.
¿Sólo por el boicot que puede comportar? “En el exterior no debe pasar nada especial, a menos que nos impidan movernos por el mundo con libertad”, señala. Bonet no es el único empresario que avisa que quedar fuera del espacio Schengen sería un drama para su negocio en concreto y la economía catalana en general.
Catalunya, parte de España
“También tenemos bodegas en otros países y quizás lo que tenemos que hacer es presionar, no lo sé”. El director de comunicación de Freixenet es de la opinión que se debería abrir un proceso de reflexión a pelota pasada. Un punto de vista mucho más prudente ante los micrófonos que el de su hermano, el presidente de Freixenet y de Fira Barcelona, Josep Lluís Bonet.
El empresario ha dejado claro que Catalunya es parte esencial de España y así debe continuar en una entrevista publicada en New York Times esta semana. El presidente del grupo ya había realizado con anterioridad declaraciones en este sentido.
Previsión del ejercicio
A pesar del escenario político nacional, económicamente el grupo evoluciona de forma positiva. Freixenet prevé mantener las ventas en Navdidad, el periodo del año con mayor facturación. Espera cerrar el ejercicio con una cifra de negocios superior a los 500 millones de euros. Básicamente, por la buena marcha de la actividad en el extranjero. “La exportación funciona bien”, afirma el director de comunicación. Sus productos llegan a 142 países de todo el mundo.
Grupo Freixenet vende un promedio de 190 millones de botellas anuales. Unos 80 millones son de la marca Freixenet y el 80% se dedican a la exportación. La caída del consumo a raíz de la crisis ha provocado un descenso de las ventas nacionales sin parar desde 2008, reconoce la compañía. Ahora, se llega a las 84 millones de botellas anuales, el 10% menos que el inicio de la crisis.