Foxconn implanta en Brasil la producción ‘low cost’ para Apple
El gigante chino, con un millón de trabajadores, construirá cinco plantas en Sao Paulo donde harán iPads y iPhones
Mundialmente conocida por las revueltas de sus trabajadores y las precarias condiciones laborales, el fabricante china Foxconn, que produce los iPhones iPads y otros gadgets de firmas como Sony y HP, ha puesto el ojo en Brasil para continuar con su expansión que hasta ahora no ha tenido límites.
La compañía, con un millón de empleados, acaba de anunciar la construcción de cinco nuevas fábricas en las afueras de Sao Paulo donde se ensamblarán los productos Apple. El entorno económico en Brasil, con capacidad de ofrecer mano de obra barata y condiciones laborales casi tan malas como las de China, han hecho que la empresa haya decidido invertir 12.000 millones de dólares para reforzar su producción con una sede en América, más cerca de su principal mercado: Estados Unidos.
Medidas antisuicidios
Las últimas reyertas entre trabajadores en China, que obligaron a suspender la producción en dos de sus fábricas en Chengdu y Shenzhen, afectaron la producción del iPhone 5. Una de las peleas multitudinarias implicó a 2.000 trabajadores (en uno de los edificios residenciales de la fábrica donde duermen y cocinan) y dejó 40 heridos.
Tras los incidentes, la compañía anunció la mejora de las condiciones de trabajo que incluyen un aumento salarial de un 25%. El sueldo promedio de los obreros se ubica entre los 250 y los 400 euros mensuales para jornadas laborales de unas 60 horas, 11 más que lo permitido por la legislación laboral china, según Fair Labor Association.
La empresa, con 82.000 millones de dólares de ingresos en 2011 y algo más de 2 mil millones de beneficios, también ha aplicado algunas medidas para evitar el suicidio de sus trabajadores: la instalación de mayas en las ventanas. Foxconn ha declinado hacer declaraciones a este diario.
Campesinos en cola
Para su instalación en Brasil, el fabricante recibirá también ayuda económica del gobierno local, además de incentivos fiscales. Ya cuenta con tres fábricas en Brasil donde ha habido quejas por las condiciones laborales como la falta de agua en las viviendas de los trabajadores, aunque, a diferencia de China, no ha habido suicidios.
Pese a todo, la fábrica de la marca más valorada del mundo sigue reuniendo a colas de hasta 3.000 personas para cubrir vacantes, principalmente en China, donde los jóvenes que huyen del desempleo en el campo ven en esta compañía una posibilidad de superación. “Son jóvenes solteros. Por lo general quieren trabajar más horas para ganar más dinero”, asegura un portavoz de la compañía en declaraciones recogidas por ABC News.