Ford España sienta a la plantilla antes del tijeretazo definitivo

Ford ya prepara el recorte definitivo en España. El fabricante estadounidense está inmerso en una oleada de cierres en toda Europa que ya implicaron, por ejemplo, el despido de 2.000 personas  en la planta alemana de Saarlouis. La instalación de Almussafes (Valencia) no es ajena a la realidad en el Viejo Continente y también influida por la caída de la demanda firmó este lunes el enésimo expediente de regulación temporal de empleo (ERTE).

En esta ocasión, Ford España y el sindicato mayoritario, UGT, llegaron a un acuerdo para la creación de una mesa trimestral en la que se analizará el día a día de la planta valenciana y los futuros recortes que se deban afrontar.

Allí se intentará remediar de manera laboral la caída de la producción sufrida desde el pasado mes de septiembre. Según el presidente del comité de empresa, Carlos Faubel, a partir del próximo mes de septiembre el número de unidades sacadas a la carretera caerá hasta el centenar diario. La principal razón: la negativa de los consumidores a los vehículos diésel.

«Hemos tenido dificultades, sobre todo por el diésel, pero hay que compensar los problemas», admitió el presidente de Ford España, Jesús Alonso, en un encuentro reciente con el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig.

No obstante, la mesa no cuenta con el favor de toda la representación. Ni CCOO ni STM ni CGT firmaron el nuevo ERTE y quedaron fuera del órgano de reunión. Los tres sindicatos minoritarios piden que se utilice la figura de la jornada industrial en lugar de aplicar un ERTE para la planta.

El recorte de Ford en Europa

A pesar de los repetidos ERTE por la baja demanda, la primera oleada de recortes de Ford Europa ha pasado de largo. Si los sindicatos auguraban que los despidos definitivos llegarían ya en enero, las medidas por el momento se centran en el Reino Unido y Alemania, donde los costes laborales son más altos. En la planta germana de Saarlouis se eliminará un turno del C-Max que comportará el despido de más de 2.000 empleados. También se cerrará el centro de Blanquefort (Francia).

Salvados del primer ajuste, los trabajadores esperan que el próximo match-ball llegue en las próximas semanas, después de las elecciones sindicales, con un expediente de regulación temporal (ERTE) parecido al que la empresa ya presentó las últimas Navidades. Los ceses definitivos llegarían más adelante.

Lejanas resultan ahora las palabras del vicepresidente de marketing, ventas y servicio de Ford Europa, Roelant de Waard, que en marzo de 2018 predijo “un gran futuro” para Ford en el país. “La renovación del Mondeo en 2019 supone la mejor prueba de que se seguirá fabricante en España”, destacó en una entrevista concedida a Europa Press.

El Ford Kuga es el gran argumento de la fábrica de Valencia

Más allá del Mondeo, la clave del futuro de Ford España es conocer qué sucederá con la furgoneta Transit Connect, que representa casi el 30% de la producción de Almussafes. El Confidencial informaba la semana pasada de las posibilidades de que el vehículo se traslade a la planta que la empresa tiene en Turquía, con capacidad para ensamblar 400.000 furgonetas al año pero que todavía no desplegó todo su potencial y se mueve en cifras similares a las de la fábrica en la instalación de la Península Ibérica.

Su futuro a medio plazo es todavía más incierto después del acuerdo firmado entre Ford y Volkswagen para desarrollar de forma conjunta furgonetas y pick-up. Ambas compañías informaron en el pasado de que el primer proyecto común sería el desarrollo de una pick-up mediana pensada para todo el planeta a partir, eso sí, de 2022.

Mientras, el colchón de seguridad continúa siendo el Ford Kuga, que ya representa el 50% de la producción, y es la punta de lanza del fabricante en el segmento SUV. No obstante, no sirvió para que las cifras de Almussafes cayeran en 2018 por primera vez en seis años al pasar de las 417.002 unidades a las 380.403, según Valencia Plaza​.