Foment saca la cabeza del debate independentista y reivindica el diálogo
La patronal cierra el ejercicio con unos beneficios de 413.000 euros y aplica un criterio conservador en las cuentas de 2015, en la que prevé ingresar 70.000 euros menos en cuotas a pesar de ganar socios
Foment del Treball respira. Las cosas han cambiado. La presión ha disminuido. Y puede levantar la cabeza. Las preocupaciones son otras, y el debate soberanista, aunque sus actores principales desean mantenerlo vivo de cara a las elecciones del 27 de septiembre, es ya secundario. Tras dos años duros, en 2012 y 2013, y con la resaca en 2014, la patronal afronta el segundo semestre de 2015 con la reivindicación del diálogo, y del pacto.
La patronal que preside Joaquim Gay de Montellà reclamó este lunes que se tome como ejemplo el propio acuerdo de Negociación Colectiva suscrito, precisamente, el mismo día entre las patronales CEOE y Cepyme con los sindicatos UGT y CCOO, que establece los criterios para la negociación colectiva hasta 2017 y que incluye orientaciones y recomendaciones para favorecer la actividad empresarial y la creación de empleo.
Gobiernos fuertes
Fuentes empresariales señalan que, efectivamente, «la presión ha disminuido». Y que los colectivos independentistas, entre ellos algunas asociaciones de carácter empresarial, mantienen un tono más moderado. La situación, tras las elecciones municipales, además, ha dejado con un sabor agridulce a fuerzas políticas como CiU, que han perdido el poder en ciudades como Barcelona, debilitando el proceso soberanista.
Precisamente, Gay de Montellà, en la celebración de la asamblea general de Foment, insistió este lunes en que se debe realizar un esfuerzo para construir «gobiernos fuertes, a pesar de la fragmentación, gobiernos con capacidad de gobernar, de dar estabilidad y confianza al ciudadano».
El caso de Barcelona
Y el ejemplo de Barcelona es determinante. Para el presidente de Foment, la ciudad ha sabido, en su historia reciente, aglutinar el esfuerzo de muchos colectivos, e instituciones en beneficio del conjunto. El empresariado está preocupado, por tanto, no por el proceso soberanista, sino por la fragmentación política y por los resultados que se han producido en ciudades como la capital catalana, con la victoria de Barcelona en Comú, que lidera Ada Colau, que sólo tiene 11 concejales.
Ese es ahora el caballo de batalla de Foment, con el propósito de que se alcancen acuerdos que garanticen la gobernabilidad. Pero el debate soberanista ya no quita el sueño de la patronal. La intensidad de las presiones ha bajado muchos enteros.
Resultado del ejercicio
En el plano económico, la asamblea de Foment dio luz verde al cierre de un ejercicio que se ha cerrado con unos beneficios de 413.080 euros, 332.500 euros más que en 2013. La patronal ingresó menos en concepto de prestación de servicios y gastó más en programas y formación. Con todo, los buenos resultados financieros y las operaciones extraordinarias elevaron los beneficios de la organización.
Para 2015, el equipo de Montellà ha sido muy conservador. Prevé obtener más ingresos con los alquileres (se traslada a su edificio, entre otros, la todopoderosa sectorial del metal) y en la facturación de servicios, aunque calcula que las cuotas bajarán en 68.800 euros hasta quedarse en los 1,38 millones.
Más socios, pero menos ingresos
La caída de ingresos no va a la par de la evolución de la masa social de Foment del Treball. «Ganamos socios», aseguró el presidente en un encuentro con la prensa previo a la asamblea. Son las organizaciones territoriales y sectoriales las que sufren «problemas internos».
Es decir, facturan menos; ya sea por la resaca de la crisis y su consecuente cierre de compañías como por la necesidad de bajar cuotas para que las empresas y los empresarios continúen adscritos a Foment. Con todo, el secretario general de la organización empresarial, Joan Pujol, aseguró que la situación no es ni mucho menos alarmante. La patronal también espera que le lleguen las consecuencias de la recuperación.