Fernández de Sousa autorizó pagos en ‘B’ a intermediarios de Pescanova
La compañía liquidó empresas este mismo año ante la presión de la Inspección de Hacienda
La cita de este miércoles del consejo de administración de Pescanova para cubrir la baja de uno de sus miembros, Jesús García, hasta abril uno de los más afines del presidente, tiene en el reciente informe forensic de KPMG una contundente prueba de cargo contra la gestión de la cúpula de la multinacional gallega durante los últimos años. De su contenido y apuntes, convenientemente documentados, se desprende una gestión que los forenses no entran a calificar, pero que detallan pormenorizadamente. Tal es el caso de las pruebas documentales que aportan sobre las autorizaciones realizadas por Manuel Fernández de Sousa-Faro a las propuestas de pagos en dinero negro a intermediarios de Pescanova.
Del cruce de correos, esta vez directamente con el presidente de Pescanova, se deduce que Alfonso García Calvo, apoderado del grupo y administrador de Novapesca Trading, el calificado como banco malo de Pescanova, le propone a Fernández de Sousa la contratación de un intermediario para que una sociedad con sede en Namibia pueda tener un representante fiscal en España.
OK al pago en ‘B’
En la propuesta se plantea que el pago se podría hacer en A o en B, según explican, aunque finalmente se decide realizar el abono en dinero negro. Tanto Antonio Táboas, antiguo director financiero, como Joaquín Viña, responsable de Auditoría, están en copia del cruce de correos entre el presidente y Alfonso García, según KPMG.
El relato gira en torno a la sociedad Cuvimarket. “Esta es la sociedad residente en España”, explica García al presidente, “con la que Novapesca se compra y vende las acciones preferentes de Novaman, y que es propiedad de una sociedad namibia, Pacific Fish Distributors (PFD)”. Continúa García: “Es obligatorio que PFD tenga un representante fiscal en España, por lo que Antonio (Táboas) y yo hemos sondeado a Jaime Rioja (antiguo director de Dresdner España que estuvo muy unido a nosotros y al que conoces personalmente) para ver si le interesaba a cambio de una remuneración económica (que podría ser A o B) y ha respondido afirmativamente”. “Tanto Antonio como yo”, concluyen, “creemos que es la mejor solución por el perfil de la persona, por lo que estamos a tu disposición, si está de acuerdo, para verte y fijar la remuneración”.
El correo data del 7 de junio de 2007. Un día después, el presidente responde: “OK”. Y firma, como en él es habitual, M.F. El 11 de junio, García Calvo responde al correo anterior de Manuel Fernández de Sousa, y prosigue, con Táboas en copia: “Antonio y yo hemos visto cuánto podía ser la remuneración de Jaime Rioja y hemos llegado a la conclusión de que podría estar en torno a los 1.500 euros al mes y pagarse en B. Si estás de acuerdo, nos reuniremos con Jaime para cerrar el asunto”. Ese mismo día, unas horas después, el presidente responde: “OK”. Y, otra vez, firmado: MF.
Liquidaciones urgentes
La vida de Cuvimarket prosiguió en el entramado de Pescanova hasta enero de este año. Cuvimarket, “la sociedad en la que se aparcaban las acciones de Novaman a 31 de diciembre de cada año”, pasó a mejor vida de una forma súbita. De los correos de García Calvo a Fernández de Sousa se deduce que “el aparcamiento se hacía mediante una circulación de dinero en diciembre que este año no se ha podido hacer por no haber dinero disponible”, relata el ejecutivo a su presidente el 28 de enero de este año.
“Por esta razón”, prosigue, “y porque esta sociedad ya le fue mencionada a Alfredo (López Uroz, jefe de administración de la matriz) en la inspección de Hacienda de este año y podría ser objeto también de inspección, creemos conveniente liquidarla y utilizar otra vía para hacer el aparcamiento”. Los directivos, en sus cruces de correos, recomiendan proceder a la disolución y liquidación de Cuvimarket “en un notario de confianza de Madrid” si se hace allí la operación.