Fergo Aisa entra en concurso de acreedores
La inmobiliaria acumula alrededor de 400 millones de pasivo
Fergo Aisa no ha conseguido superar su tercer match ball. La inmobiliaria presidida por Carlos Fernández ha entrado en concurso de acreedores. La cotizada acumula alrededor de 400 millones de euros de pasivo.
La decisión se ha tomado este martes por la mañana. El titular del juzgado mercantil número 5 de Barcelona, Daniel Irigoyen, había convocado una vista entre los representantes de la compañía y un ex directivo, Juan Bautista Fernández, que había instado el concurso al no haber cobrado una indemnización por despido improcedente. La cantidad exigida no superaba los 500.000 euros.
La vista, finalmente, no se ha celebrado. La dirección de Fergo Aisa ha aceptado el concurso de acreedores. Con ello, espera ganar tiempo para refinanciar su deuda.
Negociaciones
Bautista Fernández formaba parte de la dirección de la antigua cúpula, que tenía como presidente a Ginés Marfà. Pese a que en las últimas semanas se habían acelerado las negociaciones, ha sido imposible llegar a un acuerdo entre ambas partes.
Las esperanzas por cerrar el acuerdo desde la dirección eran altas. En declaraciones a Economía Digital, el propio presidente de la inmobiliaria había asegurado que acudiría a la vista con algunos contratos cerrados que asegurarían la viabilidad de la compañía.
Anteriores ‘match balls’
Fergo Aisa había coqueteado con el concurso en anteriores ocasiones aunque jamás los llegó a consumar. La última vez tuvo lugar en diciembre del año pasado, cuando logró cerrar un acuerdo con sus acreedores después de que la consultora CB Richard Ellis le instase el concurso. La inmobiliaria esbozó un plan de pagos para enfrentarse a los más de 400 millones de euros de pasivo que acumulaba.
La primera vez tuvo lugar en 2011. La compañía tuvo que batallar ante el proceso instado por CatalunyaCaixa.
Cuentas
La firma no ha presentado las cuentas correspondientes al cierre del pasado ejercicio. Hasta septiembre, acumulaba pérdidas de casi 55 millones de euros y una deuda financiera reducida a 318 millones tras la venta de algunas filiales.