Fainé y Brufau, juntos de nuevo, y ¿confidentes?
Los presidentes de La Caixa y Repsol escenifican unas relaciones cordiales en Moncloa a propósito de la reunión del CEC con Rajoy
Segundo plano. Tras las espaldas de Mariano Rajoy. Por encima del hombro izquierdo del presidente del Gobierno aparece Antoni Brufau. El presidente de Repsol conversa aparentemente apacible con el vicepresidente de la petrolera y a la vez máximo responsable de La Caixa. Isidro Fainé se muestra cordial y sonriente. El presidente de Telefónica, César Alierta, contempla la escena.
El factótum de la teleco reacciona como lo hubiera hecho, quizá, el consejero delegado de Gas Natural, Rafael Villaseca. El entorno del presidente del banco catalán conoce perfectamente las aristas que han astillado las relaciones entre Fainé y Brufau. La discusión sobre cómo resolver la expropiación de YPF ha dificultado las relaciones entre los otrora compañeros de trabajo.
Reunión en Moncloa
La escena se produce en la tarde del martes, en Madrid. En concreto, en el transcurso de la reunión del Consejo Español para la Competitividad en Moncloa con el jefe del Ejecutivo. La imagen captada, sin embargo, escenificaba justo lo contrario del mar de fondo que existe: proximidad. ¿Impostada? Las respuestas de algunos altos ejecutivos consultados son variadas, pero coinciden en el tono de amabilidad que desplegaron ambos durante las tres horas del almuerzo.
Sea como fuere, en los próximos días se comprobará si la relación ha vuelto a los cauces de antaño. Por lo tanto, evaluar si fueron sinceros el uno con el otro, o simplemente si los jardines del palacio presidencial acogieron el escenario de una pequeña obra de teatro. El último órdago lanzado por Argentina y la reacción de Brufau pueden tener mucho que ver.
Órdago a Repsol
El gobierno de Cristina Fernández de Kirchner ha dado luz verde al acuerdo de YPF con Chevron para explotar parte del yacimiento de Vaca Muerta. El traje a medida que Argentina ha hecho a la firma estadounidense mejora en lo sustancial la oferta supuestamente amistosa que Repsol rechazó en el último consejo de administración.
Fernández ha puesto sobre la mesa una valoración de entre 10.000 y 15.000 dólares por acre, la posibilidad de exportar el 20% del crudo extraído y que, por tanto, se pueda comercializar en dólares. Chevron tiene aún 600 millones atrapados en divisas. Los estadounidenses han comprado y se exponen a que Brufau endurezca las acciones judiciales que mantiene abiertas contra la firma rival.
Vía diplomática
Fainé es partidario de aflojar y avanzar la vía diplomática, justo la tesis contraria. Las dos posturas antagónicas se han enquistado hasta ahora. Para el libre albedrío de los cenáculos empresariales quedará el análisis de si hubo un antes o un después de la foto en Moncloa.