Extremadura ganará la nueva guerra del cava a Cataluña
El Gobierno se inclina por no limitar la superficie de producción, a pesar de la propuesta restrictiva del Consejo Regulador del Cava
¿Calidad o cantidad? Este es el dilema que ha planteado el Consejo Regulador del Cava, y ha optado por la primera opción al pedir que no se incremente la producción de uva. Extremadura no comparte esta diferenciación y quiere plantar más viñedos. La última palabra la tiene el Gobierno, que, si no cambia de criterio, se decantará por no limitar la producción.
La polémica tiene su origen en la propuesta del Consejo Regulador de limitar a 34.000 las hectáreas que se dedican a las variedades de uva para la denominación de origen (DO) cava. El incremento propuesto es insignificante: 168 nuevas hectáreas. El argumento de la DO es que es necesario controlar la producción para mantener el nivel de calidad del cava, su precio y no desestabilizar el sector.
Una DO multiregional
La DO Cava es la única denominación de origen española extendida por varias comunidades autónomas, pero el Consejo Regulador está controlado por las grandes cavas catalanas. Tiene la sede en Vilafranca del Penedès, capital de la comarca cuna del cava, y su presidente es Pedro Bonet, accionista y director de Comunicación de Freixenet, líder del sector.
Cataluña tiene casi el 90% de la superficie producida en España, pero cuenta con poca capacidad de crecimiento. En cambio, otras comunidades autónomas tienen mucho potencial. Varias CCAA se oponen a la propuesta de las cavas catalanas, pero la que ha abanderado este descontento y ha hecho de él una cuestión personal ha sido Extremadura.
La Junta de Extremadura ha hecho su propia propuesta, pidiendo que no se limite la producción dentro de los límites establecidos de la DO. Hasta su presidente, Guillermo Fernández Vara, se ha reunido con la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, para hacerle llegar personalmente su postura. Y la ha convencido: Agricultura no limitará la producción.
El crecimiento de Extremadura
Extremadura sólo tiene un municipio autorizado a producir uva para la elaboración del cava: Almendralejo. Pero su volumen se ha disparado en los últimos años, pasando de menos de 100.000 botellas anuales a cinco millones en una década. Ahora sólo tiene 480 hectáreas de uva para cava, y hay otras tantas plantadas que empezarán a dar fruto en los próximos años. Pero quieren más.
Yolanda García, directora general de Política Agraria Comunitaria de la Junta de Extremadura, defiende que «no se puede impedir plantar más viñedos en zonas autorizadas si cumple los requisitos». Es decir, si es de las variedades autorizadas. En declaraciones a Economía Digital, García explica que es «muy complicado técnicamente», ya que las mismas variedades se usan también para otros vinos o espumosos.
Pero su principal argumento no es técnico, sino de mercado: «Hoy por hoy, el cava extremeño está teniendo unos crecimientos importantes, exportamos cada vez más y con un buen nivel de precios. La calidad está creciendo y hay demanda». Con esta situación, cree que no es necesario limitar la producción.
Los intentos del Consejo Regulador
No es la primera ocasión en la que el Consejo Regulador pide congelar el volumen de producción. El año pasado ya lo intentó, pero su propuesta no fue recogida por presentarse fuera de plazo. Este año ha llegado a tiempo y acompañada de dos informes, uno de la Universidad de la Rioja y otro de la Rovira i Virgili de Tarragona, que recomiendan estancar la producción, puesto que ya se encuentra al nivel de las ventas y más uva repercutiría en un descenso del precio.
Quien deberá tomar la decisión es el Gobierno, algo que hará a finales de enero. No obstante, ya ha tomado la decisión, según explicaron fuentes del ministerio de Agricultura: considera que no se dan las circunstancias para limitar la producción. Por ello, si no hay un cambio de postura, Extremadura ganará esta nueva guerra del cava.